Dulce regalo de los largos días de sol, a la salida del pueblo, tan cerca del mar, probamos hoy las primeras zarzamoras maduras de las tierras bajas mediterráneas, cuando a pocos kilómetros tierra adentro, en las orlas húmedas de los frescos pastos y bosques de montaña, todavía resisten algunos zarzales en flor.
- ¡Ahí, ahí hay "ota" mora "nerga", papi!
- Cuidado con el jugo, que mancha y no salta... ¡Qué más da: disfrutad!