La alergia está producida por una alteración del sistema inmunológico. El niño se vuelve especialmente sensible ante determinadas sustancias que normalmente no suelen ser nocivas para el ser humano.
En ocasiones, es imposible controlar una reacción alérgica, provocando el shock anafiláctico como reacción alérgica más grave. Para hacer frente a una reacción alérgica de este tipo podemos llevar a cabo las siguientes acciones:
-En primer lugar, tranquilice al pequeño. Un estado de ansiedad, puede agravar los síntomas.
-Si conoce la sustancia que ha provocado la reacción alérgica, elimínala. Si ha sido provocada por la picadura de algún insecto, raspe con la uña o una tarjeta el posible aguijón, evitando utilizar una pinza que pudiera apretarlo y liberar más veneno.
-Consulte inmediatamente al médico. En alergias cutáneas pueden utilizarse compresas frías que calmen el dolor y disminuyan los síntomas. Llame urgentemente al 112 solicitando una ambulancia si el niño presentara síntomas: hinchazón de los labios o de la lengua, mareos o dificultad para respirar.
-Si el niño posee ciertos medicamentos de emergencia (inhalador), ofréceselo inmediatamente. No ofrezca al niño medicamentos orales si tiene dificultad para respirar.
-Vigila al niño en todo momento por si se diera un empeoramiento de los síntomas.
Consejos para prevenir las reacciones alérgicas.
La mejor opción es evitar en la medida de lo posible, el contacto con la sustancia que desencadena en el niño cualquier reacción alérgica. Si fuera alérgico a determinados medicamentos, no olvide comentarlo al médico en todas y cada una de las visitas que le haga.
Si el niño tiene antecedentes de shock anafiláctico grave, solicite a su médico medicación de emergencia.
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