Durante estos meses efectuarán sus tareas rutinarias e imprescindibles para sobrevivir: aprovechar la marea baja para alimentarse, reposar en marea alta y de vez en cuando acicalar su plumaje.
Estos vuelvepiedras son de los invernantes más tempranos que se quedan en nuestra zona junto con otras acuáticas como las garcetas. Otros irán llegando a lo largo de noviembre y diciembre.