A pesar de ser el cumpleaños de su mamá, Estelle le robó todo el protagonismo, cosa con la que Victoria estaba más que encantada. Su mejor regalo fue que la pequeña hiciera las delicias de los presentes. La pequeña no dudó en jugar con un gran collar de bolas de colores mientras se lo ponía y se lo quitaba.
Daniel Westling, todo un padrazo estuvo jugando con la pequeña y no le quitaba el ojo. Westling enseguida hizo una pompas de jabón para que la princesita de casa, jugara.
Estelle tuvo momento para todo, hasta para coger su perrito de peluchedel que no se separó mientras estaba con su abuela, la Reina Silvia.