Princesas, egomakers y fracs.

Publicado el 09 junio 2013 por Molinos @molinos1282

Esto es que se era una princesa sueca guapa que se llamaba Magdalena. Todos los días cuando se miraba al espejo y se veía tan pibón tenía dos pensamientos:
- Soy clavadita a las suecas de las pelis españolas de los 60. - Menos mal que soy guapa y así Magdalena queda exótico y molón...porque si fuera un coco y encima me llamara Magdalena, no me comía un colín. 
Magdalena tenía un par de hermanos. Una hermana simpática que iba a ser reina y que se casó con un asesino en serie y un hermano guapo que tenía una novia actriz porno pero a la que Magdalena veía igualita que Rocío Durcal de joven y se le hacía complicado imaginarla trajinándose antenistas o fontaneros...pero algo debía hacer bien porque su hermano tenía cara de estar contento y estar probando "cositas" nuevas. 
Magdalena como toda buena princesa guapa se echó un novio y allí andaba ella de boda real en boda real, de fiesta absurda en fiesta absurda del brazo de su novio, hasta que un día se enteró por la prensa de lo bien que se lo pasaba su novio con otras suecas o no suecas...y claro, tuvo que dejar al novio.
Magdalena se piró a Nueva York  a consolarse que es lo que hacen las princesas  cuando sufren mal de amores. El resto de mortales nos consolamos en el sofá cuando buenamente podemos, pero ella es princesa, sueca y guapa.. así que juega en otra liga.  En Nueva York penó un poquito de aquí para allá con un gorro de lana de estibador, que como todo el mundo sabe es lo que hay que ponerse si vas a NY a penar y conoció a Chris. 
¿Quién es Chris? Chris es el egomaker de Magdalena. Es mayor que ella, es rico que te cagas, es blando, tiene labios resbalosos, un pelo perturbador, pinta de adorar a Magdalena y da besos mojados.  Chris llegó y se dedicó a mimar la autoestima de Magdalena que estaba por los suelos. Vamos, lo que viene siendo la tarea habitual de un egomaker. 
Y ¿Qué ha hecho Magdalena? Pues en vez de utilizar al egomaker como debe utilizarse, se ha hecho un lío  y se ha casado con él. A lo grande, con un bodorrio de esos de tiaras y princesas saludando con las manitas como si fueran el gato de los chinos.
Pero Magdalena no quería hacerlo todo como las demás princesas absurdas y pensó en hacer una boda "distinta". Inciso.- el concepto "distinto, diferente u original" asociado a la palabra boda, es algo que debería hacer  huir despavorido a cualquiera Fin del inciso. 
Magdalena le dijo a Chris: 
- "Cariño, he pensado que yo ya voy a ser la más guapa de mi boda, las demás seguro que vienen vestidas de color carne, de señoras mayores o directamente hechas unas pintas...pero se me ha ocurrido que podíamos obligarles a ellos a venir vestidos de tripulación del Capitan Sttubings, de soldadito de plomo o de pingüinos de Mary Poppins y así tú no desentonarás"- Lo que tú quieras cariño.- le dijo Chris que está obnubilado, 
Si Chris no fuera un egomaker, hubiera dicho:  NI DE COÑA me pongo un frac que además es para la noche; si quieres chaqué y vas que ardes, pero el frac ese que pareces un pinguino no me lo pongo ni de coña por muy princesa sueca guapa que seas. 
Y ahí han ido todos, disfrazados en un completo despropósito. El traje de caballero, el esmoquin e incluso el chaqué sientan bien a (casi) todos los tios. Hay tíos que están mejor en vaqueros y camiseta sí, pero si se ponen un traje no pasa nada. 
El frac es otra cosa. El frac es a las tías, como el color carne de la lenceria a los tíos. Tú ves a un tío con frac...y se te cae la líbido a los pies. El frac es como los sujetadores color carne, ves un frac y pierdes el interés y las ganas y todo. Ni siquiera piensas "se lo quito rápido y me olvido". Da hasta pereza pensar en quitárselo, esos picos de la chaqueta que parece que te van a pinchar, esos botonacos...casi hueles a naftalina desde la distancia. 
El frac además de ser un aniquilador de líbido y de envejecer a cualquiera que lo lleve, es un atuendo complicado. Lleva un pantalón con una tira que brilla a los lados..¿para qué? ¿cuál es su función? ¿tiene alguna? y sino la tiene ¿a quién se le ocurrió? Lleva un chaleco muy raro con solapas muy largas que se abrochan muy abajo y que si eres gordo con tripa no sujetan la tripa, una camisa blanca con cuellos muy rígidos que seguro que molestan y en el colmo del horror estético una pajarita blanca gigante. ¡Oh! casi lo olvido...hay que llevar un pañuelo picudo en el bolsillo superior de la chaqueta que por supuesto solo sirve para llevar pañuelos picudos. 
En la versión clásica del frac  tenemos al novio/egomaker y su amigo. En la version rockera desenfadada "lo voy a llevar recién salido de la secadora" tenemos al batería  al guitarra de Durán Durán (si, si..sigue vivo). En la versión "le cambio el chaleco por uno que me sujete las lorzas" tenemos a Nicolás de Grecia. En la versión "voy a ser diferente y creativo y creo que a esto le falta algo como por ejemplo una banda azul bebé con borla" tenemos a Felipe de Grecia. En la versión "tengo que sujetar este traje porque sino van a ver la recortada que llevo escondida" tenemos al marido malvado de Victoria de Suecia y en la versión "el frac es también estupendo para señoras mayores teñidas" tenemos a Valentino. 
Mención aparte merece la sección "frac rococó". Esto ya es espectacular. Nunca pensé que diría esto, pero esas princesas...tiene mucho mérito. Seguir teniéndole respeto a un tio que se pone un frac con chorreras doradas, unos botonazos dorados que deslumbran y gorra de plato...tiene un mérito increíble. 
Los hay más rococó y otros menos. El principe guapo sueco lleva el disfraz ridículo con bastante dignidad y yo le veo carilla de picarón, de estar  pensando en las posibilidad de disfrazar a su  novia, la Rocio Durcal del porno sueco con su gorrita de plato y los guantes blancos. Sólo con eso. El principe Eduardo de Inglaterra como todo buen inglés que se precie, no tiene el más mínimo sentido del ridículo asi que las chorreras más grandes y más aparatosas, por encima del hombro, por debajo del brazo, que cuelguen y unas cuantas medallas por el otro, sin complejos. 
Mis favoritos sin embargo son Federico y Hakoon...¿Como es posible que dos tíos potencialmente estupendos y atractivos estén tan horriblemente mal? ¿Por qué? ¿Por qué esa pinta de dar la bienvenida al pasaje de un crucero regalado por Marina D´or? Y ¿por qué un pantalón gigante  que te hace bolsas? ¿venía en el pack con la gorra que más que de plato es de fuente? Federico esa gorra te hace chaparro!!! Hakoon va igual de espantoso, de sobrecargo del barco del amor que ha conseguido ligar con la señora mayor en la que se ha convertido Mette Marit. 
Al final el plan malvado de la Magdalena le ha salido bien, ella era la más guapa y Chris ha quedado casi casi como un tio elegante. 
Y para cerrar este bonito despelleje, contemplemos a un egomaker celebrando su triunfo. Por la pasión de ella, con ese brazo rígido...más le vale celebrarlo rápido, no creo que le dure.