- Millones de usuarios han dejado de emplear Internet como una herramienta para instalarse a vivir en ella.
NOS HA CAMBIADO LA VIDA"Internet se está convirtiendo en la plaza del pueblo global del mañana" (Bill Gates)Aunque el uso masivo de Internet tiene apenas una década, hoy nos parece inconcebible que pudiéramosfuncionarsin el correo electrónico, las redes sociales y la ventanita de Google. Y sin embargo, así era. Los estudiantes buscaban la información en las bibliotecas y uno tenía aquellos amigos que podía reunir en un café.Internet ha transformado en un tiempo récord nuestra vida, fundamentalmente para bien. Hoy vivimos en un mundo más ágil, diverso e intercomunicado. En los países que no sufren restricciones por parte del Estado, cualquier persona puede compartir la información con la comunidad virtual.Pero no todo son ventajas en el tercer espacio del que hablaba Pau Riba. Millones de usuarios han dejado de emplear Internet como una herramienta para instalarse a vivir en ella como si fueran una aplicación más. Se han convertido en prisioneros de la Red.Los terapeutas argentinos del Programa Cambio, centrado en las adicciones, señalan que más de dos horas diarias de conexión puede suponer un riesgo, según sea el perfil psicológico del internauta.El catedrático de Psicología Clínica Enrique Echeburúa asegura que el riesgo de adicción se acentúa si el usuario es introvertido, tiene poca autoestima y cuenta con una vida familiar pobre: "Estas personas encuentran en el ordenador algo que les da cosas y no les pide nada a cambio, y además la máquina tampoco valora si están teniendo un comportamiento correcto o no, por eso estos usuarios de Internet son capaces de crear un mundo virtual que les compensa de las insatisfacciones que tienen en el mundo real".
PATOLOGÍAS DIGITALES"Si la adicción se juzga por el tiempo en que un estúpido animal presiona una palanca para conseguir algo, Internet es mucho más adictivo que la cocaína". (Rob Stampfli)En un reportaje exhaustivo sobre afecciones digitales publicado enLa Vanguardia,el periodista A. Torroella establece los siguientes síntomas que revelan adicción a las nuevas tecnologías:
LA PASIÓN CHINA"Pasar una noche conectado es como una cena de Cheetos: dos horas más tarde ya no tienes hambre, pero no te has alimentado" (Clifforld Stoll)En el libroTecno-estrés,el catedrático de Psicobiología José María Martínez Selva explica un caso aterrador de tecnoadicción. En septiembre de 2007, un hombre de 30 años murió en la ciudad china de Guang-zhou después de tres días seguidos jugando en Internet. Perdió el conocimiento en un cibercafé y los servicios médicos de urgencia no lograron reanimarlo. La víctima era una de las decenas de millones de aficionados a los juegos en línea que hay en ese país.Muchas de estas personas pasan días enteros enganchados a chats o videojuegos, hasta el punto de que en Taiwán muchos cibercafés tienen servicios de lavandería, duchas y camas para sus clientes.El Gobierno chino es consciente del problema y se han habilitado 400 hospitales psiquiátricos para tratar estas adicciones en los adolescentes, con un tratamiento durísimo. Antes de llegar a estos extremos hay una serie de medidas de autocontrol que todos podemos aplicar para corregir la adicción:- Establecer periodos de desconexión del ordenador y el móvil cuando se está en casa o los fines de semana.- A partir de una hora razonable, dejar un mensaje en el contestador del móvil indicando que no se devuelven llamadas hasta el día siguiente.- Fijar un horario limitado para leer y responder correos electrónicos.- Como terapia de choque, elegir un día del fin de semana para la llamadadatasiesta,es decir, permitirnos estar 24 horas sin tecnología.En cualquier caso, la mejor cura preventiva es recordar que la máquina está al servicio del ser humano y no al revés. Cuando un dispositivo pensado para facilitarnos la vida nos la empieza a complicar, debemos hacer un alto en el camino y reflexionar. Si la humanidad ha sobrevivido más de un millón de años sin esta tecnología, no moriremos por desconectar móviles y ordenadores unas cuantas horas.