Siempre he defendido en este blog que el PSOE es rehén del Partido Popular en Euskadi, y el tiempo está confirmando esta teoría, compartida, por otra parte, por la inmensa mayoría de la ciudadanía vasca. Ayer le tocó hincar la rodilla al consejero de Interior, Rodolfo Ares, quien anunció que su formación ha decidido retirar del Parlamento de Gasteiz su iniciativa sobre Sortu para evitar el enfado del Partido Popular. En realidad, al PSOE no le preocupa el malestar de Antonio Basagoiti, sino su poder para hacer tambalear la estabilidad de un Gobierno en minoría que se sustenta precisamente sobre la exclusión de la izquierda abertzale de las instituciones de Euskadi. El lehendakari López hoy dice una cosa en relación con Sortu y mañana justo la contraria porque no tiene claro qué posición le puede ser más rentable en las urnas. Olvida el PSOE que esta vez no están en juego un puñado de votos sino la paz definitiva.