Otras vacaciones más en casa y nuevamente por culpa de la situación de los aeropuertos españoles. Y es que con la intención de privatizar los aeródromos, el Gobierno del Estado ha vuelto a encender la mecha que se había apagado tras declarar el estado de emergencia por la huelga de los controladores. Ahora, es el resto del personal de aeropuertos quien se opone a la privatización y en estos días han amenazado con convocar una huelga desde Semana Santa hasta verano.
La cuestión ahora es, ¿qué es lo que va a hacer el gobierno ante ésta situación? Porque si la huelga de los controladores dejó parado el país en el puente de diciembre, el que ahora los aviones se tengan que quedar en tierra porque no hay señaleros, ni recoge maletas, ni personal en facturación, esto se va a traducir en el caos absoluto para todos aquellos que tuvieran, y digo tuvieran, la intención de desplazarse en sus vacaciones.
Pero es que encima lo peor de todo ya no es que los españoles no podamos irnos de vacaciones, lo peor es que todo ese turismo que había elegido nuestro país como alternativa a la zona de los países árabes ahora no se la jugará y buscarán otro destino que no les de problemas. En estos días ya se han empezado a notar las dudas de algunos tour-operadores al conocer la noticia y si finalmente elegirán nuestro país como alternativa a los países de oriente.
De todas formas quizá antes de lo que esperamos, la situación se arregle y es que en medio de Semana Santa y el verano hay una fecha muy importante y no hablo de mi cumpleaños, sino de las elecciones de Ayuntamientos, Cabildos y Comunidades Autónomas. Por lo que si los trabajadores de Aena hacen huelga y ésta coincide con las fechas mencionadas, serán muchos cabezas de lista a las elecciones generales, los que tengan que desplazarse en tren, en guagua o en coche para animar a los votantes a que apuesten por los suyos en los próximos comicios. A ver, cuál de estos tres medios de transporte llega hasta Canarias.
Así que, dependiendo de cómo les vaya a afectar en mayor o menor medida esta huelga a los anteriormente citados, veremos si tendremos turismo extranjero para unos meses o nos conformamos con ver como nuestro maravilloso archipiélago es, una vez más, abandonado a su suerte hasta que se le ocurra otra genial idea a quien así nos tiene. Pero cuidado porque si como dicen, ‘la desidia representa una lamentable pérdida de tiempo’, puede que para cuando quieran arreglarlo, ya sea demasiado tarde.
Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…