Desde febrero de este año está disponible el Bugaboo Buffalo Escape en España. Cuando Bugaboo lo lanzó, y en base al conocimiento que tengo de la marca, pensé que me encantaría probarlo en una de mis escapadas familiares. De hecho nosotros ya habíamos probado el Bugaboo Buffalo hace dos años y os lo había contado en este blog. Pero es que el Escape es puro estilo. Gracias a mi blog www.familiasactivas.com disfrutamos esta Semana Santa de un blogtrip genial de la playa a la montaña. Primero visitando la costa de Tarragona y luego las maravillosas Muntanyes de Prades. Este es un destino de turismo familiar, del que os hablaré próximamente, lleno de magia. Podéis ir con los peques a ríos en medio de bosques que parecen habitados por hadas, aprender a escalar montañas, visitar pueblos en los que no existe el WiFi ni casi la conexión telefónica, hacer rutas por senderos con una belleza incomparable y visitar emitas mágicas o villas abandonadas llenas de leyenda. Nosotros lo hemos hecho todo en compañía del Buffalo Escape y aquí os quiero explicar nuestra experiencia.
Viajar una semana con una niña de 2 años y un niño de 6 hace que el maletero del coche vaya cargadito. Lo primero que pensaréis ante el Bugaboo Buffalo Escape es que es un cochecito grande que debe ocupar mucho. Aquí tengo que rebatiros. Es un Bugaboo ‘pata negra’ es decir diseñado para que el niño vaya súper cómodo y la mamá o papá que lo maneja también. Porque ¡No pesa! Y en el maletero ¡Cabe perfectamente! Sí, sí, con las maletas de toda una semana (nosotros llevamos 4, una para cada uno, más la bolsa con todos los zapatos, más las dos bolsas de juguetes de cada niño, más una nevera y una maleta de picnic llenita de alimentos y alguna otra bolsa más que seguro me dejo).
Mi primera sorpresa, grata por cierto, es que este cochecito lleva un bolso a juego. ¡Qué ilusión me hacen a mi estas cosas! Además es un bolso súper práctico en el que cabe de todo (cámara, pañales, móvil, tablet, cargadores, agua, ropa de recambio de los peques y muchas cosas más que llevamos las mamás).
La tapicería es de color verde bálsamo, muy camaleónica para los viajes a la montaña. Está llenito de detalles. Tiene un tejido interior con rayitas precioso. Hice la prueba de meter la cabeza para ver cómo lo veía Valentina cuando se bajaba la capota (que es súper extensible) y daba mucha sensación de paz estar ahí adentro. Luego en el manillar y en el asa de transporte del capazo tiene piel sintética marrón que le confiere un look aún más elegante. El bolso es del mismo tejido (e incluso el forro es de rayas) y tiene además de unas asas de mano o para colgar al hombro una más larga para ponerlo en el cochecito. Ya sabéis que este modelo es el único en el mercado homologado para llevar el peso de un bolso en el manillar (hasta 6 kgs.)
Valentina iba sentada súper cómoda en su silla alta, a mi altura, y súper espaciosa. Ella misma me pedía sentarse de lo a gusto que se sentía. Y no solo eso. Jorge se acordaba perfectamente de que habíamos probado el Bugaboo Buffalo hace dos años y de que lo habíamos llevado sentado en su cesta portaobjetos, que hasta la fecha es la más amplia y resistente que he visto en un cochecito. Todo el rato se metía en ella cuando se cansaba y os aseguro que empujábamos el coche llevándolos a los dos y no solo resistía sino que se conducía muy fácil. Debo apuntar aquí que la cesta ha quedado nueva, ha resistido el peso (aunque no está diseñada para esta práctica).
Por cierto, el plegado es sencillo, puede hacerse en una sola pieza. Nosotros lo hemos probado por todo tipo de terrenos, en las montañas, en caminos de piedras, siguiendo el curso y desnivel de un río, en la playa, en las rocas mientras Jorge cazaba cangrejos y también en asfalto. Solo os digo que si tuviera otro hijo esta sería una opción ideal para la familia. Nos encanta a los cuatro. Jorge porque puede sentarse en su cesta, Valentina porque está alta, ve a mamá, está amplia y tiene una capota que baja ella sola para protegerse y Jorge papá no para de decir ‘esto es una maravilla, pura ingeniería”.
Si valoráis comprar un buen cochecito, robusto, que os sirva para todo y os dure un montón esta es una gran opción. Completo cuesta 1.229 euros (bolso incluido). Por cierto, en uno de los trayectos que hicimos durante nuestras excursiones, metiendo el Bugaboo Buffalo Escape por un río, pasó una familia y nos dijo ¡Vaya fotos, podríais enviarlas a la marca!