Temporada gris para el Athletic de Bilbao, en liga más pendientes de la zona de descenso que de Europa, en Champions League eliminados en la fase de grupos. Queda el consuelo de la Copa del Rey, con una difícil eliminatoria que remontar en semifinales, ante el Espanyol, tras el 1-1 de San Mamés y de la Europa League, donde el sorteo tampoco ha sido demasiado favorable, el Torino será el rival en la primera ronda eliminatoria.
Gran parte de los problemas que está teniendo el equipo vasco residen en la zona de creación donde tras la salida de Ander Herrera, falta un referente fiable que tome el mando. El centro del campo es ocupado, normalmente, por un centrocampista de corte defensivo, bien sea Iturraspe, ahora mismo lesionado, o un central reconvertido, como puede ser Mikel San José. A su lado es habitual ver a un jugador de gran despliegue físico y presencia en ambas áreas, como Mikel Rico. El terceto se completa con otro jugador de recorrido, Óscar de Marcos o con el jugador más capacitado para llevar el control operativo, Beñat Etxebarría. El fracaso de este último ha hecho que el plan A no sea eficaz, con lo que los planes de Valverde quedan seriamente dañados.
Dentro del club las opciones no son demasiado numerosas, al propio De Marcos, jugador vertical, que tiene mucha llegada pero no es un generador de fútbol puro, se le suman 2 jugadores muy jóvenes, Unai López y Ager Aketxe. Poco a poco Valverde va dándoles oportunidades, estará en manos de ambos chavales, de 19 y 21 años, respectivamente, el aprovecharlas.
Pero no sólo por el centro se encuentran las deficiencias del ataque vasco, en las bandas la situación no es mucho mejor. Por la derecha, tras el experimento de De Marcos, jugador que parece solución para todo pero que, cada vez parece más un muy buen complemento, que se beneficia de la dinámica del equipo, Iraola ha vuelto a la titularidad. Siempre ha sido un jugador de gran clase, pero puede que ya le empiecen a pesar los años, necesitará estar al 100% físico para volver a posiciones en las que lucir su gran golpeo con la pierna derecha. Por delante se turnan Susaeta e Ibai, ambos lejos de su mejor momento, su misión es la de proporcionar amplitud y buscar ventajas por fuera. En la banda contraria, los problemas son, si cabe, más notorios, a la tradicional ausencia de grandes laterales izquierdos que persigue al conjunto bilbaíno desde hace varias temporadas se suma el caso Muniaín. Irrupción importante de hace varias temporadas, sigue a la espera de dar un salto definitivo en su rendimiento que le haga consolidarse como peso pesado. Mientras tanto alterna buenos destellos con actuaciones instrascendentes.
En definitiva, pese al gran regreso de Aduriz, que, no nos olvidemos, tiene 34 años recién cumplidos, el ataque de los de Valverde sigue sin funcionar, deberán de mejorar los estados de forma de varios jugadores para que la la actuación global llegue al nivel esperado. Mucho trabajo por delante para Valverde que, ante la práctica imposibilidad de acceder al mercado va a tener que recuperar las mejores versiones de elementos clave de la actual plantilla.