Revista Opinión

Problemas del colapso social en la ciencia ficción

Publicado el 26 julio 2018 por Vigilis @vigilis
El principal problema que plantea el escenario post-apocalíptico en las historias de ciencia ficción es que los autores carecen de referencias reales en las que basarse. Es cierto que tenemos una idea a escala local del aspecto del colapso (Nueva Orleans durante el huracán Katrina, por ejemplo) e incluso podemos tener ciertas pistas de su aspecto a escala regional (RD Congo), sin embargo carecemos de información sobre un colapso a escala global y es en esta categoría donde entran las historias más populares de este género.

Problemas del colapso social en la ciencia ficción

Tarde o temprano esto tenía que pasar.

Creo que el gran problema que sobrevuela este escenario es que la filosofía de la historia que maneja es excesivamente deudora del punto de vista anglosajón de la historia. Ese punto de vista que extrapola de lo concreto a lo general una idea de Alta Edad Media que llaman "dark ages" (edad oscura) y que apuntaría al colapso social vivido en Britania desde la retirada de la guarnición romana hasta la unificación normanda. Una idea, por cierto, que ni siquiera es original de la historiografía anglosajona pues pide prestado a lo escrito por autores renacentistas y pre-renacentistas (Petrarca echando de menos la antigüedad clásica).
La idea esencial es que tras las luces de una civilización esplendorosa (que puede encerrar en su seno o no la semilla de su decadencia: el famoso Untergang de Spengler) llega un colapso que borra toda influencia y prácticamente todo testimonio de esa civilización en muy poco tiempo.
Esto nos lleva al primer problema.
El concepto de pasado
En muchas ocasiones el colapso se produce de forma súbita de tal modo que gente que vivió antes del apocalipsis sigue viviendo en el post-apocalipsis. Muchos de estos puede que hayan sido niños antes (el protagonista, Cole, en 12 monos o el cartero en El Cartero, el libro de Mensajero del futuro). Curiosamente también puede haber gente que fue adulta antes del apocalipsis y que después son ancianos (también presentes en esas dos obras citadas).
Esta continuidad generacional es completamente pasada por alto e ignorada. Estos supervivientes se adaptan silenciosamente al dominio político de punkis y psicópatas sin plantear ninguna discusión. Es más, sobreviven al proceso de adaptación sin hacer ningún intento de reconstrucción.
Pese a tener memoria viva del mundo pasado, prefieren guardársela para ellos, cosa que me llama la atención porque estas sociedades de ficción suelen ser ágrafas y toda sociedad ágrafa se construye sobre la memoria viva de los ancianos o de los sabios, que ejercen de libros.
Los carroñeros

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Vuestro nuevo ministro de Hacienda.

Este es el principal aporte al escenario de ficción post-apocalíptica que hicieron los australianos a partir de Mad Max y la diferencia esencial entre el viejo canon de este escenario (páramo radiactivo, insectos gigantes) y el canon actual (punkis).
Punkis y anarquistas tienen el dominio social y político del yermo. Es más, estos son los únicos que parecen prosperar y pasárselo bien en un mundo de escasez. Su organización se basa en normas sencillas, casi biológicas: ley del más fuerte, oportunismo, satisfacción inmediata, etc. Estas normas tan tontas, inútiles para la sociedad humana, parecen servirles mágicamente en este nuevo mundo. Puedo aceptar por suspensión de la incredulidad este componente mágico si la historia es entretenida, ahora bien, hay algo que nunca me cuadra y es la economía.

La economía
La economía en este mundo se basa en dos fuentes: la gente y la basura. La gente es un recurso porque trabaja para ti (o es comida, que al fin y al cabo es otra forma de trabajar para alguien) y la basura es un recurso en sí mismo: un palo es útil porque te sirve para matar a ese gatito tan mono que compite por tu comida.
Lo que no me explico es que los punkis sobrevivan tanto tiempo cuando su principal fuente de ingresos son otras personas y ellos son tan psicópatas. Es decir, si hay poca gente en el mundo y robas y matas a los pocos que producen de la tierra o de su ingenio, lo que logras es poco a poco colapsar tu economía (contraargumento: sí conocemos sociedades que trabajan activamente para colapsar: Los rapanui contra la propiedad privada, pero estos rapanui no tenían nada con qué compararse).
El problema de fondo es que el autor maneja un concepto erróneo (o como mínimo mejorable) de sociedades supuestamente carroñeras: tanto los reyes mezquinos de la Alta Edad Media como los jefes mongoles que vivían de tributos pensaban más a largo plazo y eran muchísimo menos violentos que estos punkis que tienen tiempo para tatuarse pero no para plantar una patata.
La referencia aquí debería de ser la de micro-sociedades carroñeras como la de los piratas somalíes (pescadores que piratean desde que les sale a cuenta haciendo un cálculo muy ramplón y que difícilmente serían útiles sin elementos externos a los que carroñear (momento en que volverían a la pesca)) o la gente que vive en los vertederos de Manila (opuestos a la anarquía y con horarios de trabajo dickensianos).
La generación perdida

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Tras el ruido viene el silencio.

La idea de generación perdida que tomo prestada de Hemingway para mi tiene dos vertientes:
  • Los que ya no están: podemos entender por generación perdida al fenómeno que consiste en que el colapso se traga a las capas más productivas de la sociedad precedente y empleo "productivo" en un amplio sentido: hablo de los mejores soldados, artistas, intermediadores culturales, periodistas, sociólogos, ingenieros, etc. Los aristócratas del mundo post-industrial, la élite. Aquí me gustaría señalar el efecto de la Primera Guerra Mundial sobre los Junker alemanes o el genocidio comunista de los kulaks. La pérdida de la élite produce dramáticos cambios en los incentivos de las sociedades (una "democratización" para mal, una igualación por abajo: el triunfo del mediocre y del hombre pequeño. Secretamente en la serie "Colony" este es uno de los temas principales y se explica muy bien).
  • Los que sobreviven: quienes sobreviven al colapso son una generación perdida en el sentido de que carecen de rumbo. Es irremediable un periodo de transición hasta que surja una nueva sociedad que produzca sus propias élites que dirijan al cuerpo social y creen comunidad. ¿Dónde esta el problema? Que en este escenario en muy poco tiempo y de forma sorprendentemente sencilla pequeños dictadorzuelos parecen tener sus objetivos muy claros y su posición muy asegurada, sin casi competencia por el poder.
Altruismo
Es común en este escenario observar una competencia darwinista por los recursos en una especie de animalización del hombre pero por lo que sabemos de los colapsos locales esta es solo la mitad de la historia. Los actos de altruismo son comunes en las sociedades humanas y especialmente importantes en situaciones de desesperación y tragedia: es frecuente ver actos de orden espontáneo y ayuda mutua.
En muchas sociedades humanas los mecanismos de ayuda al desconocido son habituales: casi toda sociedad nómada tiene algún tipo de norma moral que exige la ayuda al desconocido. Las sociedades de pescadores, enfrentadas al impuesto vital del mar, suelen rescatar y acoger al desconocido. En general cuanto más en el filo de la navaja vive una comunidad humana más normas morales de altruismo espontáneo desarrolla pero esto por alguna razón no lo vemos en escenarios post-apocalípticos.
Estasis
La detención de todo tipo de progreso humano en normas, técnicas y costumbres crea sociedades en estasis que son sencillas de manejar para el autor pero no tienen mucho sentido. Es difícil encontrar ejemplos de estasis en la historia: como mucho tribus de cazadores-recolectores en África o algún grupo de esquimales, así como tribus prehistóricas en Nueva Guinea. Esto no es ni de lejos lo común y habiendo un pasado de tecnología y conocimiento acumulado es todavía más impensable que se produzca la estasis en el escenario que discutimos.
Y aquí retomo mi queja sobre la imitación bastarda de lo altomedieval: la Europa que va del año 500 al año 1000 es un mundo en constante cambio en el que hay pequeños reyes mezquinos pero también repúblicas urbanas, donde hay parlamentos estamentales, existe el inmenso contrapoder eclesiástico, se crean obras arquitectónicas y de ingeniería más avanzadas que las romanas y donde las amenazas son paulatinamente aminoradas por superioridad militar (repulsión de musulmanes en España e Italia) o por medios no militares (incorporación de norteños, sajones y eslavos orientales a la cristiandad).

Idea de progreso

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Más fácil de construir de lo que la gente supone.

Si me quejo de la estasis es porque echo de menos que se muestre el progreso, la evolución, el cambio. Es muy raro que una obra post-apocalíptica enseñe la evolución a la que sus personajes se ven obligados. Por ejemplo: si mágicamente toda tecnología eléctrica no funciona, no entiendo cómo no se desarrolla tecnología basada en el vapor y en los principios de la mecánica.
Conozco un contraargumento fuerte a esta idea: las minas de carbón y metal más sencillas de explotar están agotadas y con medios del siglo XIX es realmente complicado explotar las minas actuales que trabajamos gracias a nuestra tecnología actual. Aún así hay cosas que pueden construirse en casi todas partes como molinos de agua y viento y no olvidemos que en este escenario existe menos población con lo que las necesidades energéticas son mucho menores que las actuales.
Los derechos de la mujer
Los cambios que no se ven son los más difíciles de enseñar. Durante toda la historia hubo mujeres en posiciones de poder: desde las reinas chinas de la piratería hasta las abadesas del Sacro Imperio pasando por emperatrices y regentes. El caso es que en general no hubo una igualdad de derechos hasta la Primera Guerra Mundial en la que la mujer se hizo fundamental en la retaguardia para mantener la economía industrial en funcionamiento mientras los chavales eran descuartizados en el frente.
En un nuevo mundo preindustrial no sería raro que la mujer no tuviera la misma consideración o derechos que en nuestra época precisamente debido al cambio tecnológico. Así, si bien cosas como el nacionalismo o el racismo no tendrían sentido, la misoginia podría tener alguno ya que el valor individual de cada persona podría basarse en la capacidad física y el aporte particular que se pueda ofrecer a la comunidad. Creo que este punto es debatible ya que no hablamos de una nueva edad media sino de un nuevo mundo donde hubo un pasado tecnológico. ¿Qué normas morales se podrían conservar y aportar utilidad en este nuevo mundo? Al menos mi sugerencia es que se explore la posibilidad de la misoginia con las salvedades expresadas antes (básicamente la negación de la estasis).

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