Hoy en día se estima en más de 2 millones y medio, la cantidad de devotos y peregrinos que acuden todos los años procedentes de distintas partes de Venezuela y del mundo para acompañar a la Divina Pastora en su camino, considerándose una de las manifestaciones religiosas más multitudinarias de Latinoamérica. Este año se celebra su visita número 157, para la que estrenará un vestido de color dorado, en varias tonalidades, confeccionado en honor al Año de la Fe que celebra la Iglesia.
La historia de la Divina Pastora en Venezuela se remonta al año 1736, fecha en la que el párroco de la población de Santa Rosa le encomendó a un escultor que le hiciera una imagen de la Inmaculada Concepción.Sin saber por qué, la figura que llegó al pueblo fue la de la Divina Pastora y aunque el sacerdote quiso devolverla, no pudieron pues el cajón se volvió muy pesado. El pueblo entero dedujo que este extraño hecho indicaba que la efigie religiosa deseaba quedarse en Santa Rosa.
Finalmente, a mediados del siglo XIX en el pueblo venezolano tuvo lugar un acontecimiento que contribuiría a la consolidación definitiva de la Divina Pastora como patrona del estado Lara. En 1855, se desató en Venezuela una terrible epidemia de cólera. Muchas familias de Barquisimeto fueron diezmadas por el terrible mal, ante lo cual fueron completamente inútiles medicinas, lamentos y plegarias. Desesperados y como último remedio, los pobladores decidieron sacar en procesión por las calles de Barquisimeto la imagen de la Divina Pastora para implorar su misericordia, especialmente, un sacerdote llamado Macario Yepez, el Párroco de la Iglesia dela Concepción, afectado por la enfermedad pidió a la Divina Pastora ser el último que muriera de Cólera, petición que fue concedida, ya que a partir de ese mismo día, cesó la epidemia de cólera. Es por esto que en recuerdo de ese hecho, todos los 14 de enero se traslada, en una procesión multitudinaria y fervorosa, la Divina Pastora a Barquisimeto desde su iglesia de Santa Rosa.