¿Y qué leo ahora? Esta es la "típica" pregunta que suelo formularme mentalmente cada vez que acabo de leer un libro. Y ante esto, y si no tengo ninguna obra con la idea de "hincarle el diente" de inmediato, suelo visitar las estanterías de la biblioteca donde resido o coger, rara vez eso sí, alguno de los que tengo por mi habitación.
Hasta ahí todo normal, en teoría, pero el problema radica en que a veces suelen regalarme libros o suelo comprar alguno a lo largo del año que no empiezo a leer pasado un período de tiempo bastante pronunciado en algunos casos (ya apunté en alguna entrada que solía tardar una media de mínimo dos años, con contadas excepciones, en recuperar de la estantería de la habitación un libro de los que ya tengo e iniciar su lectura). Y suele pasar que concluida una lectura suelo también, en función de cómo esté de ocupado en otros asuntos, sobre todo universitarios, encaminarme en una u otra dirección, enfocar mi vista en algún libro que inicialmente no tenía previsto leer.
Por eso, el reto anual para el 2015 que plantea No solo leo me viene que ni pintado para recuperar del olvido aquellos libros que pueblan las estanterías de mi habitación y que esperan su oportunidad sin haber presentado muestras de inquietud y de querer manifestarse ante el paso del tiempo, ante el presumible olvido (menos mal que es metafórico, que si pudiesen hablar...).
El principal requisito de este singular reto es leer novelas anteriores al 2010, con lo que seguro que mínimo 5 libros caerán, aunque seguro que si empiezo a trastear por mi habitación encuentro más de los que me pueda llegar a imaginar.
En esta entrada indicaré los enlaces de las entradas que dedique a los libros - y que compartiré en este blog- que cumplan con el reto, y con el requisito indicado por No solo leo.