Ahora que ya conocéis el libro y al autor (si os habéis perdido la entrevista, podéis leerla en esta entrada), voy a compartir mi opinión de la lectura de esta antología de relatos que me ha robado el aliento en más de una ocasión: El teatro de los prodigios, de Ramón Merino Collado.Sólo el título ya resulta estimulante. Cuando posamos la vista sobre la imagen de cubierta, se nos quita el hipo. Del susto. Qué prodigiosa imaginación. Aunque a veces, yo también siento que mi cabeza estalla en llamas bajo la lluvia ácida de un mal día. O de los malos pensamientos ;o)
Ahora que ya conocéis el libro y al autor (si os habéis perdido la entrevista, podéis leerla en esta entrada), voy a compartir mi opinión de la lectura de esta antología de relatos que me ha robado el aliento en más de una ocasión: El teatro de los prodigios, de Ramón Merino Collado.Sólo el título ya resulta estimulante. Cuando posamos la vista sobre la imagen de cubierta, se nos quita el hipo. Del susto. Qué prodigiosa imaginación. Aunque a veces, yo también siento que mi cabeza estalla en llamas bajo la lluvia ácida de un mal día. O de los malos pensamientos ;o)