Bang Bang
Estos míticos chicles, tan consumidos durante los 80 y los 90 por todos nosotros, fueron obra de la española Joyco (previamente conocida como General de Confitería), parte del grupo Agrolimen. Esta empresa era además propietaria de otros míticos productos como Boomer, Trex o Chimos.
Personalmente, los Bang Bang eran mis favoritos. Me gustaban especialmente porque el sabor duraba bastante, mucho más que otros similares de la época. Además, la fresa del chicle tenía un sabor bastante rico, lo que unido a la suavidad del mismo, hacía un producto ideal para consumir durante horas. Desde luego, los perjuicios del azúcar en la salud no era una de nuestras prioridades en los años 80.
Como, por desgracia suele suceder, Joyco fue adquirida por la multinacional americana Wrigley en 2004, cerrando durante los años siguientes las fábricas y el centro de I+D que tenía Joyco en España, para acabar vendiéndola a Mars en 2008. Ésta finalmente decidió dejar de fabricar los Bang Bang para centrarse en otros productos ya sin azúcar.
Bocabits Pizzabits
La historia detrás de Bocabits y su productora, la española Matutano, es bastante interesante. Esta empresa comenzó en los años 50 a producir aperitivos con base de patata, pero no fue hasta 1971 cuando Pepsi, a través de Frito Lay, se hace con la totalidad de la compañía y comienza a introducir productos como Doritos, Ruffles o Bocabits en España.
Los Bocabits comenzaron a comercializarse en España a principios de los 80 y desde un principio se convirtieron uno de los apetitivos clásicos por antonomasia, y uno de nuestros vicios cuando salíamos del colegio, gracias a su ligera textura de corteza de trigo y adictivo sabor.
Los Bocabits Pizzabits salieron a principios de los 90 como alternativa al clásico sabor de los Bocabits, añadiéndoles sabor a pizza (queso, tomate y orégano). Lo cierto es que el producto fue bastante bien acogido. Era toda una novedad y hacía las delicias de muchos de nosotros.
Por desgracia, decidieron dejar de comercializarlos de un día para otro, dejando a un gran número de fans sin la posibilidad de deleitarse una vez más con estas curiosas cortezas de trigo con sabor a pizza.
Cola Cao Vit
La trayectoria de Cola-Cao es conocida y se remonta a los años 50, haciéndose pronto popular por su sabor y sus míticos anuncios televisivos (quién no recuerda el de “Aquél negrito del África tropical”, anuncio por cierto que hoy sería políticamente incorrecto y no podría salir en televisión).
Coca-Cao ha ido sacando variedades del producto durante sus largos años de existencia, pero si hay una versión típicamente ochentera, esa la VIT. Así, el Cola-Cao tradicional tenía una serie de retos por delante en aquella década que su propietaria en aquel entonces, Nutrexpa, quería solventar.
Por un lado, el eterno problema (beneficio para muchos) de la poca capacidad de disolución del producto en leche fría, con los consiguientes grumitos, seguía haciendo mella, por lo que las ventas de Cola-Cao bajaban espectacularmente en verano, cuando era mucho más común tomar leche fría. VIT parecía ser la solución, al tener una textura mucho más soluble, al estilo Nesquik.
Pero por donde realmente iban los tiros era por el incipiente mercado de los productos enriquecidos y vitaminados. Nutrexpa vio ahí un filón y dotó al Cola-Cao VIT con un reguero de vitaminas y una campaña de publicidad enfocada a las madres preocupadas por la alimentación de sus hijos.
Es evidente que VIT no tuvo gran éxito, aunque se mantuvo en el mercado casi una década, logrando incluso un fiel colectivo de seguidores. Los motivos por el que se retiró de la circulación nunca fueron explicados por la empresa, pero es de suponer que las ventas no fueron lo suficientemente importantes para mantenerlo por más tiempo. En cuanto al problema de los grumos, Nutrexpa lo solucionó años después con el Cola-Cao Turbo.
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