Cada vez son más apreciados los maquillajes “nude” o cara lavada, que persiguen una piel luminosa e hidratada y sin manchas, pero sin notarse que una va más maquillada que una mona (válgame la expresión).
Si nuestra piel es pálida, debemos optar por los tonos melocotón y rosados. Podríamos utilizar una crema satinada de marcas especializadas que hidratan la piel al tiempo que disimulan las imperfecciones. Una de ellas en concreto se ufana de eliminar el 100% de los poros de la piel a la vez que el rostro queda suave y terso.
Si nuestra piel es más oscura, deberíamos usar cremas y beiges pálidos. Estos tonos realzarán nuestros encantos naturales. Por ejemplo, podríamos utilizar productos que tienen minerales de origen natural, extraídos y seleccionados de la tierra por su pureza. Estas partículas ultra-finas se funden con la piel, la unifican y la dejan respirar. Lo bueno es que no tiene ni talco, ni aceite, ni conservantes, ni fragancia. Todo un éxito, ¿no es cierto? Para su correcta aplicación se deben hacer movimientos circulares con la brocha adecuada.
Tenemos que imaginar que el rostro es como un lienzo, y cada una de nosotras somos las artistas que le van a hacer cobrar vida. Lo importante es que el maquillaje sea adecuado para que al mismo tiempo que nos hace más guapas, cuide nuestra piel y nos proteja. Los expertos se decantan, como ya hemos comentado, por el maquillaje mineral en polvo, que da un aspecto más natural a la piel y la agrede menos.
Para conseguir el efecto cara lavada en nuestro maquillaje tenemos que trabajar bien el fondo con las manos o con una esponja humedecida, hasta que se funda completamente con la piel, insistiendo especialmente en el límite del cabello y el mentón para evitar el efecto máscara.
Nuestra sombra de ojos debería ser micro-aireada, porque la hace más ligera y suave, y lo más importante es que se aplica en un solo gesto con un acabado polvo impecable. Este tipo de productos proporcionan colores luminosos durante más de 8 horas, sin moverse ni desaparecer. Algunas marcas tienen la textura mouse que se funde perfecta y rápidamente con el párpado y se aplica con el dedo.
En caso de querer corregir un grano o imperfección hay que aplicar un corrector neutro, pero sin perder el efecto maquillaje cara lavada. Para ello utiliza el tono adecuado, pero neutro, y séllalo con polvos translúcidos. Recuerda en todo caso que el objetivo de este maquillaje no es pintar por pintar, sino unificar los tonos de la cara y realzar tu armonía natural.
Para los labios utiliza un producto con base confort, rica en vitaminas y agentes emolientes. Algunas marcas tienen fórmulas secretas con aceites específicos y polímeros que forman una película de color en los labios que resplandece y acentúa su volumen. Si te lo puedes permitir no hay problema. En cualquier caso recuerda que lo importante es que el tono esté unificado y tu rostro sea todo uno, sin fragmentos de estilo ni divisiones de criterio.