“Para mí los partidos no eran un goce, lo tomaba como un trabajo, como una responsabilidad, había compañeros que lo disfrutaban más”
“El sueño del pibe”, frase hechas si las hay define a aquel chico que, desde pequeño, sueña con ponerse la camiseta de su club, salir a la cancha y jugar en Primera. Sin embargo, no todos aquellos que tienen aptitudes para este deporte son hinchas de algún equipo y sienten la pasión que sentimos la mayoría de los que tocamos la pelota alguna vez.
En el fútbol profesional también hay casos. Nadie duda de las aptitudes que tenía Gabriel Omar Batistuta para jugar y de su enorme capacidad goleadora. Sin embargo, su visión es bastante particular.
”Entiéndame, no me gusta el fútbol como le gusta a un loco. Es mi trabajo, soy un profesional”.
Había dicho hace unos años en Diario Marca y ayer en el programa “De Caño Vale Doble” volvió a insistir sobre lo mismo. “Había compañeros que lo disfrutaban más“, aseguró. No debería sorprendernos si tomamos en cuenta que es una cuestión de gustos, pero se nos viene a la mente las imágenes del máximo goleador de la Selección Argentina y uno piensa “qué es lo que hubiese hecho si verdaderamente disfrutaba de entrar a una cancha.”
“Se juega como se vive” dicen otros. Seguramente sea así. Batistuta, por más que no le guste, siempre estará relacionado con el gol.