Profesiones

Por Unamadredelsigloxxi @madredlsigloxxi
De mayor, Carlos quiere ser profesor. Antes decía que sería cocinero y andaba todo el día con los cacharritos de un lado a otro, haciéndonos platos de lo más innovadores como los helados calientes de fresa y limón, pero desde hace más de un año asegura que será profesor y, como está en esa maravillosa edad de la curiosidad que son los seis años, todo lo pregunta: cuántos años hay que estudiar para ser profe, qué se estudia, si tienes que vivir en el colegio (me encanta esa idea que tienen los niños de que los profes no salen nunca del edificio), etc.
Marcos dice que él será metrorista (en marquitiano: conductor de metro) y rey. Así me lo dijo ayer, así que reprimí mi vena republicaba y le pregunté por qué quería ser rey. "Para mandar a la guardia". Muy de Marcos. Él no sería un rey de cuento, con su corona y su cetro, sentado en su trono, no: él sería uno de esos reyes conquistadores, al frente de su ejército, arrasando enemigos. El rey de los hunos.
Rober está inmerso en plena mudanza de oficina y, si ya antes estaba estresado, ahora ya no sé como se tiene en pie. Llega a casa agotado, porque a su jornada laboral normal (que ya es intensa de por sí), se añade preparar cajas y más cajas con todo el contenido de la oficina para cuando vengan los de la mudanza. Y después tocará organizarlo todo en la nueva sede, así que se le vienen encima días con mucho ajetreo y supongo que le veremos poco el pelo por casa.
Yo, en cambio, como acabo de entregar la novela, me siento un poco vacía. Tengo ya contratada la siguiente, pero necesito unas semanas de descanso para desintoxicarme de personajes antes de meterme en la siguiente historia, que, por suerte, tengo ya bastante planificada. No soy capaz de cerrar una trama y saltar a la siguiente de inmediato, sobre todo porque no he parado en todo el año, ni siquiera en vacaciones: el portátil se vino conmigo a la playa y tuve que entresacar horas al día para trabajar entre baños en el mar, helados y partidas al Carcassone.
El parón no supone que esté de vacaciones. Ando concentrada en el marketing de la novela que sale el mes que viene, tratando de crear una página web y me he prometido que dedicaré la próxima semana a organizar la "habitación del pánico", empezar a quitar trastos y darle salida a todo lo que no usamos. Es una tarea que llevo posponiendo demasiado tiempo y de verdad que necesitamos recuperar el control de esa habitación. Conquistarla de nuevo.
Tal vez necesite que el rey Marcos venga con su guardia...