Mientras que una inyección de Botox alisa las arrugas, una nueva innovación médica de la Universidad Hebrea Jerusalem está desarrollando una inyección que no solo alisa, sino que derrite las células grasas. Sin embargo, a diferencia del Botox, el enfoque de quema de grasa de Raziel tiene el potencial de hacer mucho más que una mejora física.
No es ningún secreto que la obesidad se convirtió en una epidemia mundial. Se espera que el costo para tratar la obesidad en Estados Unidos aumente de 325 mil millones de dólares 555 mil millones por año en 2025. La World Obesity Federation predice que habrá 2,7 mil millones de adultos obesos y con sobrepeso en ese momento.
En pocas palabras: un tercio de la población mundial tendrá sobrepeso u obesidad en menos de una década. Estados Unidos ya llegó a ese punto en 2014. Pero incluso en países en desarrollo como Egipto se prevé que saltará a niveles similares de obesidad en el mismo período de tiempo.
En la actualidad, Raziel Therapeutics es una empresa pequeña. Sin embargo, tiene grandes ambiciones para enfrentar el desafío de la obesidad. “Hoy no hay medicamentos para la obesidad que funcionen bien y que hagan un mundo más saludable”, señaló el director ejecutivo de la compañía, Alon Bloomenfeld.
La droga de Raziel primero elimina las células grasas en sí mismas y luego pospone la proliferación de nuevas células de grasa. La medicación funciona mediante la generación de calor para consumir parte del ácido graso libre que producen las células de grasa en el cuerpo, lo que a su vez reduce el tejido adiposo.
Al igual que el Botox, las inyecciones de Raziel se dirigen a áreas específicas del cuerpo; no es una píldora que actúa en general, explicó Bloomenfeld. Además, este tratamiento solo dura un período de tiempo estimado de entre seis y nueve meses. “Ninguna droga dura para siempre. El cuerpo encuentra formas de recuperarse”, expresó el director, quien espera que la inyección finalmente esté disponible en las oficinas de los médicos.
Los resultados del primer ensayo clínico estadounidense de Raziel mostraron una reducción del 30 al 50 por ciento en la grasa subcutánea en el sitio tratado después de una sola inyección.
No obstante, Bloomenfeld no es un científico. Tiene 20 años de experiencia en la gestión de nuevas empresas, 10 en biotecnología y 10 en alta tecnología. El cerebro médico detrás de Raziel Therapeutics es elprofesorShmuel Ben-Sasson, a quien se le ocurrió la idea mientras enseñaba en la Escuela de Medicina Hadassah de la Universidad Hebrea en Jerusalem y notó por accidente que cuando su medicamento se inyectó en ratones, el tejido adiposo desapareció.
Ben-Sasson no es ajeno a la escena de las startups. Sus empresas anteriores incluyen Tiltan Pharma, que desarrolla medicamentos contra el cáncer; Chiasma, que se dirige a los pacientes que sufren de acromegalia (un trastorno que resulta del exceso de hormona de crecimiento); y Keryx Biopharmaceuticals, que desarrolla medicamentos para la enfermedad renal.
Los fondos para Raziel, que se lanzó en 2012 y ahora cuenta con un equipo de siete personas, llegaron tan lejos como la Autoridad de Innovación de Israel, la firma de capital de riesgo enfocada en la atención médica Pontifax y la Incubadora de Tecnología Van Leer. La compañía tiene su base en el Parque Médico Biotecnológico de la Universidad Hebrea de Hadassah Medical Center en Jerusalem.
El tratamiento de Raziel está diseñado para ser más seguro que la cirugía bariátrica. El medicamento funcionará independientemente de lo que uno coma o hagas pero “cambiar tu estilo de vida en paralelo aumentará el efecto del tratamiento”.
Eso se hace eco de lo que dice Johanna Ralston, directora ejecutiva de la World Obesity Federation. Ya se trate de cirugía o de eliminar células grasas con terapia de calor, todo “tiene que ofrecerse junto con otras formas de control de peso”. A cada individuo individual se le deben ofrecer múltiples intervenciones “.
Bloomenfeld cuenta con una de esas intervenciones provenientes de Raziel Therapeutics.
Fuente: AJN