Durante 2022 la Cooperativa de Narrativa Gráfica Chilena realizó talleres financiados por el Fondo del Libro y la Lectura en su Línea de Fomento de la Lectura y Escritura. El objetivo de las sesiones ejecutadas en Santiago era presentar a docentes y bibliotecarios las capacidades educativas del formato cómic. Para 2023 planifican continuar su labor.
La Cooperativa de Narrativa Gráfica Chilena, organización que promueve el desarrollo de las historietas en el país, realizó una serie de talleres durante 2022 en Santiago con el objetivo de posicionar al cómic como herramienta de enseñanza. En total, fueron 10 reuniones en distintas bibliotecas de Santiago, financiadas por el Fondo del Libro y la Lectura, donde se capacitó a profesores y bibliotecarios respecto a las potencialidades educacionales del formato.
“Diferentes estudios certifican que las personas absorben la información de mejor manera por medio de la combinación de imagen y texto. De hecho, se ha registrado mayor recordación de los datos cuando estos están acompañados de imágenes”, sostiene Felipe Benavides, presidente de la entidad, quien asegura que la fórmula cómic no sólo contribuye al fomento lector en niños y jóvenes, sino que también ayuda a una inmersión más acabada de los contenidos.
“Para los lectores jóvenes resulta más atractivo y llevadero leer un producto que tenga imágenes y textos, que leer un objeto que contenga sólo texto. Por ese lado, la historieta puede ser una herramienta novedosa para la lectura”, agrega Benavides, explicando también que el eventual desarrollo del cómic en las aulas por parte de los estudiantes puede generar una inmersión profunda en las materias de diversas asignaturas.
Él establece que, como la esencia de la historieta se vincula al diálogo entre texto e imagen, los escolares deben necesariamente estudiar la materia, detectar hitos importantes y resumir, para conseguir un guion funcional. “Todo ese proceso de investigación hace que el estudiante vaya absorbiendo esos conocimientos por medio del desarrollo de la historieta. Además de eso, con un producto ya terminado, otro estudiante o amigo va a poder leer el trabajo para eventualmente adquirir esos conocimientos relativos a fechas, nombres, lugares o el tema que sea”, propone Benavides.
Asimismo, la entidad plantea que la presencia del cómic en las salas de clases podría perfectamente facilitar interacciones entre asignaturas, incentivando así un tratamiento de contenidos que trascienda ramos y profesores.
Benavides ejemplifica: “Los estudiantes pueden partir recopilando la información referente al ramo de historia, para redactarla de forma que el ramo de lenguaje fomente la construcción de una historia coherente en términos de inicio, desarrollo y desenlace. Finalmente, el proceso es plasmado con técnicas relativas a las artes, a través de dibujos o la técnica que estén revisando en ese minuto, como témpera, óleo, fotografía o collage”.
Para 2023, la Cooperativa de Narrativa Gráfica Chilena pretende continuar con la realización de talleres, ya no sólo en la Región Metropolitana, sino en todo el país. “Los talleres fueron financiados por el Fondo del Libro y la Lectura durante este año, en pro de fomentar la lectura y escritura. Esperamos poder tener financiamiento para este año que viene”, termina Benavides.
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