Nos encontramos frente a una novela policiaca impactante de 432 páginas con capítulos cortos y un montón de diálogos que harán que esta lectura sea adictiva y ligera.
Camino Vargas es nuestra protagonista principal, ella es jefa accidental del Grupo de Homicidios desde que el inspector Arenas está en coma por un antiguo tiroteo. Tiene un carácter algo especial y eso me ha gustado, hace lo que se tenga que hacer, aunque deba saltarse las normas para descubrir nuevas pistas.
Por otra parte, quiero destacar a todo el equipo de Homicidios, Fito, Lupe, Carmen y Pascual. Todos y cada uno de ellos forman una parte especial de la historia y sin ellos no tendría sentido. Creo que forman entre todo un grupo de lo más variopinto, además del caso principal, también conoceremos algo de sus vidas. Quiero nombrar también a los personajes secundarios que irán apareciendo y tendrán sus papeles en todo lo explicado anteriormente.
Alguien ha atropellado salvajemente a una mujer, todos sospechan de la expareja, Alonso, puesto que es un maltratador psicológico y todo lo que va sucediendo después no lo deja en muy buen lugar... pero ¿será él el asesino?
Con una serie de víctimas en muy poco tiempo, Camino y su equipo deberán afrontar un caso duro de digerir. Además, me ha gustado mucho la crítica social que tiene esta historia.
¿Porque no os la cuento? Por qué quiero que la descubráis, de hecho, os animo a no leer la sinopsis e ir a ciegas, no saber que unen a estas víctimas, de esta manera será mucho más impactante.
En fin, una obra que os recomiendo mucho. Deseando poder leer el siguiente caso de Camino Vargas.
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