Uno de los renglones económico sociales más vulnerable en los últimos años en Cuba es el de la vivienda. El fondo habitacional del país, dañado con anterioridad por problemas constructivos, de industria e ilegalidades en la construcción, ha sido afectado recientemente por los embates de fenómenos naturales diversos. Por ello, la máxima dirección del país le ha prestado especial atención.
En reiteradas ocasiones este año, el Presidente de la República Miguel Díaz Canel y varios directivos del gobierno, han pasado revista a los avances del programa de la vivienda en las diversas provincias.
El mandatario ha insistido en la necesidad de buscar las potencialidades locales. “Reciclar los escombros proporciona gran cantidad de áridos, es una alternativa, no resuelve todos los problemas, pero es una opción. Todo tiene respuesta y posibilidad de avanzar. Cada día hay que arrancarle un pedacito a cada problema”, apuntó durante la III Periodo Ordinario de Sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
A principios de este año se aprobaron los acuerdos 8574 y 8575 sobre el ordenamiento y legalización de viviendas, así como dos resoluciones de los ministerios de Justicia y de la Construcción. Publicadas en Gaceta Oficial Ordinaria No. 33. las mismas tienen el objetivo de legalizar las viviendas terminadas o en ejecución por el Estado y la población, y flexibilizar la transferencia de la propiedad de ocupantes de viviendas estatales declarados arrendatarios y usufructuarios. Siempre que se cumpla con las normas del ordenamiento territorial y urbano.
Asimismo, se ha prestado atención a la política encaminada a estimular la fecundidad y el nacimiento, aprobada desde el año 2014 por el Consejo de Ministros. Según informó Vivian Rodríguez Salazar, Directora General de la Vivienda, al cierre del 2019 han sido beneficiadas 490 madres con tres o más hijos, con más de 42 millones 534 mil pesos destinados a la construcción de nuevas casas, ampliaciones, rehabilitaciones y conservaciones mayores y menores.
Durante su intervención en la Comisión de Industria, Construcciones y Energía de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Díaz-Canel consideró que, pese a dificultades en 2019, como la escasez de combustible para el funcionamiento de las fábricas de cemento y la transportación de ese recurso, así como en la adquisición de acero y problemas con los áridos, el número de viviendas construidas “demostró que existen potencialidades y que si nos organizamos bien, se puede avanzar más”.
En la Comisión de Construcción, Industria y Energía se informó que se construyeron 43 mil 700 casas al cierre de diciembre por las vías estatal, de subsidios y por esfuerzo propio, equivalentes al 22 por ciento encima del programa general.
El presidente cubano expresó que si en medio de las dificultades se ha alcanzado esa cifra, sería posible que si seguimos esforzándonos lleguemos a 60 mil en un año, y a dar solución al déficit existente de más de 900 mil viviendas en el país en un período de 10 años.
Por otra parte, demandó hacer viviendas más robustas y con mejor calidad, de esta manera “seremos menos vulnerables a las afectaciones por fenómenos naturales”.
Infografía: Liz Armas/ Cubahora
La Directora General de la Vivienda señaló que, hasta diciembre de 2019, la cifra de casas terminadas es superior en 10 mil 801 a la cantidad prevista para el primer año de la Política (por las vías estatal, de subsidios y por esfuerzo propio). De manera general, el presupuesto estatal ha otorgado más de 7 mil 475 millones de pesos para el programa de subsidios y hasta el momento se han cumplido hasta el 93%.
Con respecto a la construcción por la vía estatal, la funcionaria explicó que aún restan 427 por concluir, con incumplimientos de las provincias de Pinar del Río y Mayabeque. Añadió que, en este año, se terminaron 9327 casas por esfuerzo propio (se habían previsto 7 mil 170).
Con respecto a la recuperación de viviendas por las afectaciones climatológicas, hasta el mes de junio se habían resuelto en el año 46 mil 203 afectaciones. La proyección para la solución definitiva de todos los casos está entre 2 y 3 años, excepto Santiago de Cuba, que se extiende hasta el 2025 y Pinar del Río al 2022.
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En la erradicación de los pisos de tierra, se solucionaron hasta el mes de julio se habían solucionado 10 mil 678 casos. Al respecto, Díaz Canel exhortó a continuar erradicando esta situación y a dar otro enfoque al tema de las cuarterías, así como a resolver el tema de la reparación de edificios, también con ayuda de la participación popular.
Según el informe presentado por los legisladores en el IV Período ordinario de sesiones correspondiente a su IX Legislatura, Cuba tiene un déficit habitacional de más de 900 mil viviendas, de las cuales unas 500 mil deben hacerse nuevas, y rehabilitar más de 400 mil, según el informe presentado por los legisladores.
Entre las insuficiencias encontradas en los territorios visitados, resaltan que hay casas terminadas en 2018 que no poseen el certificado de habitable, y que presenta fisuras el seguimiento y control por los técnicos de la vivienda a las personas beneficiadas con subsidios.
René Mesa Villafaña, ministro de la Construcción, dijo que “no se puede estar conforme con el sobrecumplimiento en este primer año de la Política de la Vivienda, porque aún existen muchos problemas a nivel territorial, fundamentalmente en los Consejos Populares”.
“El plan estatal y el programa de los subsidios aún presentan fisuras”, pues en el caso de este último hay una alta cifra de dinero entregado a familias que no han podido satisfacer sus necesidades habitacionales.
“Organizativamente falta mucho por hacer en el tema de la calidad y la fiscalización del destino de los financiamientos para los subsidios”, valoró.
José Cabrera, diputado a la asamblea por Pinar del Río, añadió que no en todos los lugares la Política de la Vivienda se ha llevado con la seriedad requerida; por tanto, urgió a trabajar de manera diferenciada, particularmente en los territorios donde no se logran los objetivos trazados.
“Cada persona tiene que preocuparse más por el mantenimiento y rehabilitación de su vivienda, no todo puede recaer en hombros del Estado”, añadió el diputado al demandar una participación más activa de todos.
Otros legisladores opinaron que no basta con disponer de recursos y medios para acometer la obra, sino velar por la calidad, el confort, la seguridad y la satisfacción espiritual de la población.