Me parece magnífico este auge, pero me apena cuando me acuerdo de extensiones más largas, como los relatos clásicos o las novelas, que definitivamente se van a convertir en un reducto donde se ampararan espíritus lectores de fondo, esos a los que no les asustan un buen número de páginas. Pero no me quejo, que algo es algo, y bienvenido sea todo este apoyo mediático hacia las hiperbrevedades; vivimos en una sociedad de prisas que las potencia y ensalza. Incluso el medio que ahora mismo uso, el blog, se prenda de su inmediatez y de su ligereza, lo que no excluye la profundidad de los textos. Los tiempos actuales armonizan con los microrrelatos, aunque algunos, entre los que me hallo, nos dediquemos también a escritos de mayor longitud y complejidad narrativa (ojalá me los leyeran como me leen los micros, ojalá, que qué tremendo es escribir y escribir, dar lo mejor de una misma para que llegue a pocos ojos).Tras esta introducción ya algo larga, paso a transcribir dos de los tres microrrelatos que se han paseado por las radios esta semana. Uno de ellos no lo incluyo toda vez que lo saqué hace unas semanas, en esta entrada cuyo enlace dejo por si a alguien le interesa leer o releer.
DECISIÓN SOLITARIACarlos fue cariñoso conmigo hasta el momento en que le planteé mi apetencia por aceptar un trabajo de dedicación horaria íntegra y una retribución cuantiosa, superior a la suya. Aunque siempre me influyó en la toma de decisiones importantes, no dejé que mi ánimo se contagiara de miedo por sus palabras desalentadoras, así que cerré la puerta de casa con brío y salí al mundo. Me había cansado del sometimiento a su ideal de existencia en pareja. Era hora de correr la mayor aventura: la de mi propia vida, al margen de sus gustos por una cotidianidad ordenada y placentera para él y monótona y aburrida para mí.
LA MUERTE LIMPIAMiró hacia abajo desde el puente solitario mientras sus gestos evidenciaban una gran contrariedad. La apariencia sucia de las aguas la disuadió de la idea: el suicidio era atractivo, pero no de cualquier modo. Todavía conservaba su sentido estético.