El último día de febrero, Sergio Soriano publicaba, en ElPlural.com, que las televisiones públicas llevaban décadas enfrentándose a la instrumentalización política y Telemadrid era por antonomasia el claro ejemplo de ello. “La cadena pública -concluía-, acusada de estar al servicio de Isabel Díaz Ayuso, acaba de recibir un importante varapalo por parte de los espectadores: firma su día horribilis en audiencias mientras que cuenta con programas de coste millonario que no han alcanzado ni tan siquiera el 3% de share medio. Ante un récord negativo de estas características, ponemos en marcha un análisis para comprobar exactamente lo ocurrido. Y es que los índices de Telemadrid cosechados durante la jornada del martes 28 de febrero no han sido capaces de superar el 2,8% de cuota; es más, tan solo cuatro productos lograron rebasar el listón psicológico de los 100.000 televidentes. Ni siquiera la productora de Ana Rosa Quintana se ha librado de la quema en esta ocasión con su particular oasis matinal. Y las consecuencias han sido poco agradables: Telemadrid ha perdido -0,1 puntos en un solo día de cara a la media mensual. Esto significa que cerrará el mes de marzo con un pobre 4,5% de share, muy por debajo del 8,3% del conjunto de televisiones autonómicas que conforman la FORTA. A modo de contexto, el mínimo histórico se firmó en diciembre de 2012 con un 0,1%”.
Cabe recordar las recurrentes acusaciones de manipulación a las que se enfrenta la cadena pública madrileña. Haciendo énfasis en las manifestaciones por la sanidad o las marchas convocadas por la derecha, conjunto de los sindicatos que agrupan a los periodistas afiliados ha destacado en varias ocasiones la “involución” que amenaza al conjunto de las cadenas autonómicas públicas al margen de Telemadrid. “Los Gobiernos de varias comunidades autónomas integrados por el Partido Popular (PP) y Vox, o con el apoyo de este último partido, empiezan a materializar serias amenazas de involución en las radiotelevisiones públicas de Aragón, Comunidad Valenciana e Islas Baleares”, aseguraban entonces.
Para concluir, se destacaba la gravedad ante una situación en la que los órganos de gestión de dichos entes se alejan cada vez más del consenso parlamentario. Dicho sea de paso, es una “condición necesaria” para garantizar la independencia de todos ellos. Y prueba de ello tiene que ver con el dictamen del Tribunal Supremo respecto a la purga ideológica de la cadena. Ya en septiembre de 2023, la Justicia declaró ilegal el despido de Jon Ariztimuño como director de Informativos. Así quedó recogido en el fallo del alto tribunal contra la entonces nueva Telemadrid de Isabel Díaz Ayuso por acometer un cese fulminante de manera ilegal tras un ataque a la dirección motivado por el pacto sellado entre el PP y Vox. Tras las elecciones autonómicas de 2021, la primera decisión que tomó Auso fue eliminar a la cúpula del canal y colocar a cargos afines a su partido que, tras varios años en el cargo, han arrastrado a Telemadrid a sus peores datos de audiencia.