En otros procesos, como la hemofilia, comienza a haber resultados preliminares esperanzadores, como puede verse en este artículo del New England Journal of Medicine; sí se están consolidando terapias que enfocan la manipulación a la modificación de células obtenidas del propio paciente, que luego se le vuelven a infundir, como sucede con la aprobación en Estados Unidos y Europa de Kymriah, empleado para el tratamiento de leucemias linfobásticas agudas. Como se puede ver, una terapia génica ideal está todavía lejos, y la manipulación genética para el diseño humano es, por ahora, pura fantasía.
En otros procesos, como la hemofilia, comienza a haber resultados preliminares esperanzadores, como puede verse en este artículo del New England Journal of Medicine; sí se están consolidando terapias que enfocan la manipulación a la modificación de células obtenidas del propio paciente, que luego se le vuelven a infundir, como sucede con la aprobación en Estados Unidos y Europa de Kymriah, empleado para el tratamiento de leucemias linfobásticas agudas. Como se puede ver, una terapia génica ideal está todavía lejos, y la manipulación genética para el diseño humano es, por ahora, pura fantasía.