Edward Lacoste era un inventor tan ocupado, tan ocupado que no quería que nadie le molestara con tonterías como la comida o la ducha. Por eso creó el mundo paralelo de Péstor, donde lo que verdaderamente importaba era estar sucio y nadie se molestaba si no te bañabas en décadas.
El problema es que se dejó abierto su laboratorio, y ahora un grupo de amigos, guiados por los hermanos Paco y Juan se han colado en él y sin saber cómo, han terminado ellos también en el mundo de Péstor. Los amigos tendrán que volverse a juntar, superar sus diferencias y encontrar una forma de volver al mundo del que proceden.
¡Prohibida la Ducha! (Editorial Siruela) es una novela deliciosamente divertida y gamberra. Personalmente, no me gustan las novelas infantiles ni juveniles que incluyen moralina o que tratan a los jóvenes de forma condescendiente, como si por el mero hecho de ser chavales, hubiera que explicárselo todo. Por fortuna, esta novela no peca de ninguno de estos dos rasgos. Al contrario, proponer guiños divertidos y un poco subversivos que sólo entenderán los preadolescentes, pero también nos hace cómplices a los adultos, sobre todo con las descripciones del país de Péstor, que tiene lugares tan pintorescos como la Aldea Ovopútrex, la Morada de los Pulcros, las Montañas Churretes o los Pantanos de las Moscas, sitios que harán las delicias de los más pequeños. Los mayores disfrutarán sin duda con la ciudad de Nueva Olerán, famosa por su mestizaje y sus conciertos de jazz y de blues.
Además, antes de sumergirnos en la lectura, se nos informará de las leyes que rigen el país de Péstor, en el que es obligatorio desordenar tu habitación antes de irte a acostar o no lavarse la cara. El libro está ilustrado por divertidos dibujos obra de María Serrano, que tiene varios premios en su haber y además también ha publicado Gerardo y los Cuentos de la Abuela: El Dragón de Niebla y los Príncipes de Colores.
Por su parte, Juan Soto Ivars es uno de los valores emergentes de las letras españolas. Tiene varias novelas publicadas, entre las que destacan La Conjetura de Perelmán, Siberia y Ajedrez para un Detective Novato. También ha participado en la antología Mi Madre es un Pez. Escribe regularmente en El Confidencial. Esta es su primera novela infantil y esperamos que no sea la última.