La compañía de cruceros Carnival, que hará un viaje inaugural a Cuba el 1ro de mayo, no acepta que ciudadanos estadounidenses de origen cubano reserven una excursión a la Isla “debido a las leyes que imperan en ese país”.
La información fue dada a conocer en un artículo del Miami Herald que arremete contra lo que considera una política discriminatoria por parte de la mayor compañía de cruceros del mundo. Los ciudadanos estadounidenses pueden reservar un crucero a Cuba, siempre que no hayan nacido ahí.
Los cruceros zarparán desde el puerto de Miami, precisamente la ciudad que acoge a la mayor comunidad de cubanos emigrados en el mundo, muchos de los cuales se han convertido en ciudadanos estadounidenses. El artículo periodístico compara esta discriminación por origen nacional con la relativa al color de la piel o la religión.
Roger Frizzell, vocero de la Carnival, dijo al Miami Herald que la compañía “sólo está siguiendo las leyes que están establecidas”.
“Hemos solicitado un cambio de política, que no ha sido concedido, pero nuestra esperanza e intención es que podamos viajar con todo el mundo. Continuaremos teniendo conversaciones (con Cuba) y ese es el proceso en el que trabajaríamos”, añadió Frizzel, quien no negó al Miami Herald que, si en tiempos del apartheid el gobierno de Sudáfrica hubiese prohibido a ciudadanos norteamericanos negros viajar al país africano, la Carnival habría acatado la orden.
El primer crucero de EE.UU. a Cuba, llevado a cabo por la Fathom, una línea que pertenece a la Carnival, planea tocar los puertos de La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba, en un itinerario que durará una semana.
Durante décadas, a los cubanoamericanos les ha sido prohibida la entrada a Cuba por vía marítima debido a disposiciones del gobierno de La Habana. Sin embargo, la ley migratoria vigente desde 2012 no es explícita sobre ello.
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