Ya no estará PROHIBIDO USAR EL MOVIL en los vuelos
PROHIBIDO USAR EL MOVIL AL VOLAR
Otra estupidez que nos ha tenido engañados durante décadas
Personalmente no uso muy habitualmente los aviones, aunque no puedo evitar hacerlo de tanto en tanto. Es un medio de transporte que me molesta bastante por lo farragoso que resulta tener que desplazarse al aeropuerto (que no tengo precisamente cerca de casa), tener que estar varias horas antes, hacer mil colas distintas además de haber abandonado el coche en el aparcamiento de larga distancia si el vuelo es para varios días… problemas con los enlaces, maletas incontroladas… en fin, que me parece un coñazo. Como añadidura está el eterno “PROHIBIDO USAR EL MOVIL” que nos dicen cada vez que subimos al avión. En muchos casos en las maniobras de despegue y en las de aterrizaje, en otras… durante todo el vuelo.
Bueno, PROHIBIDO USAR EL MOVIL y cualquier otro dispositivo electrónico con la excusa de que es peligroso para el avión y que podemos, con nuestros cacharritos, hacer volar el avión en otra dirección o hacerlo aterrizar sobre algún tejado a nuestro antojo. Una absurda tontería que llevamos soportando estoicamente durante décadas.
La buena noticia es que parece ser que la tontería se acaba y desde muy pronto ya no oiremos eso de “PROHIBIDO USAR EL MOVIL”.
Cabe preguntarse… ¿Ha cambiado algo?, ¿eran peligrosos los móviles anteriores y ya no los son los de ahora?, ¿hemos avanzado de repente en la seguridad de los aviones y ya no son como eran? ¿Ya no se dejan influenciar por nuestras ondas? Pues nada de eso, la verdad es que todo sigue igual, la única verdad es que NUNCA ha sido peligroso. Nada en el avión funciona de manera inalámbrica y nada puede verse afectado por las ondas de un móvil o de una tableta electrónica. Un claro ejemplo de prohibir por prohibir, sin ningún otro sentido.
Algunas compañías todavía tardaran algunos meses en liberar al pasajero de estas prohibiciones porque parece ser que los aviones han de pasar una homologación previa (por si acaso).
En fin, que se les ha visto el plumero.
¿Cuántas más prohibiciones de las que soportamos son meras estupideces?
Ramón Cerdá