Prólogo a los “diálogos con leucó”

Por Rhenriquez

Para la “solapa de contraportada” de la primera edición del volumen Diálogos con Leucó (octubre de 1947), el propio Pavese escribió este texto de presentación:

“Cesare Pavese, a quien muchos se empeñan en considerar un testarudo narrador realista, especializado en campiñas y periferias americano-piamontesas, nos descubre en estos Diálogos un nuevo aspecto de su temperamento. No hay escritor auténtico que no tenga sus lunas, su capricho, la musa escondida, que de pronto lo inducen a hacerse ermitaño. Pavese se ha acordado de cuando iba a la escuela y de lo que leía; se ha acordado de los libros que lee cada día, de los únicos libros que lee. Ha dejado por un momento de creer que su tótem y tabú, sus salvajes, los espíritus de la vegetación, el asesinato ritual, la esfera mítica y el culto a los muertos, fueran inútiles extravagancias y ha querido buscar en ellos el secreto de algo que todos recuerdan, todos admiran un poco de mala gana bostezando con una sonrisa. Y han nacido estos Diálogos.”