comienza en el primero de ellos con cinco prólogos escritos por personalidades trascendentales en el desarrollo de esa historia, que data desde 1954 hasta 1979 y que Moyano denomina, con acierto, "la edad de oro de nuestro ajedrez" (él lo llama - y tiene toda su razón - ajedrez grancanario y este humilde cronista prefiere denominarlo ajedrez canario).
Los cinco prólogos son de las siguientes personalidades:1) Pierre Joly Dumesnil.
Yo pensaba, queridos amigos, que opinar de estos prólogos me iba a llevar una crónica, pero me estoy dando cuenta ahora que serán algunas más, así que este asunto, con ¡renovado orgullo! ... continuará.Angel Jiménez Arteaga