Prometeo Assange

Publicado el 02 diciembre 2010 por Romanas

Un alto cargo del Gobierno de Canadá ha pedido a gritos el asesinato de Assange, el dueño de Wikileaks. No creo que tarden mucho en conseguirlo porque el fuego de los dioses, lo sabemos, es intocable.El fuego divino es hoy la información.Prometeo arrebató el fuego divino a los dioses y se lo entregó a los hombres, que, desde ese momento, progresaron extraordinariamente, siendo durísimamante castigado por ello.Adán y Eva comieron la fruta del árbol de la ciencia y por ello fueron expulsados del Paraíso.¿Tan duro es llegar al conocimiento de la verdad?Y la pregunta que ya me hice aquí el otro día: ¿qué es la verdad?Y la respuesta de la filosofía: "adaequatio intellectus et rei", la conformidad de lo que nosotros pensamos con la realidad y ésta no es, ni con mucho, lo que ellos nos dejan saber a nosotros.Para nosotros, los españoles, por ejemplo, la realidad es la pugna del  Franco Madrid por arrebatarle el trono del fútbol mundial al Barça, ésta es nuestra puñetera y única realidad, de tal modo que el mayor de todos nuestros demiurgos, Florentino, apartó de un manotazo al inútil de su antecesor y volvió a sentarse, sin siquiera elecciones, en el trono del mejor equipo del mundo.Yerran gravemente quienes piensen que a Florentino le importa un pijo el fútbol, éste no es más que un juego de niños, que sólo a éstos puede realmente satisfacer, Florentino está realmente en otras cosas ciertamente serias: en que Zp modifique la legislación actual para que él pueda echarle mano al fin, a Iberdrola, completando así su ramillete de las eléctricas españolas, a las que quiere unir, también muy pronto, a la mayor de las constructoras alemanas, ante la que ya ha puesto en marcha una opa hostil, con lo que conseguirá reunir, bajo el mando de los hombres que nos trajeron al Caudillo de Canarias en el Dragón Rapide, con lo que ordenaron nuestra desastrosa anarquía vital durante 40 larguísimos años, a las mayores constructoras del mundo, lo que, por supuesto, no les detendrá en esa escalada que les llevará a competir directamente por el gobierno del mundo, con los que ya lo tienen, o sea, los Rostchild, los Rockefeller, los Morgan, los Goldman, "et alteri".Frente a envites como éste, qué les importa a ellos el Franco Madrid, éste es sólo el juguete con el que “El conseguidor” se distrae cuando tiene que relajarse para intentar dormir, porque su mente de lo que verdaderamente se ocupa es en cómo conseguir, una a una, todas las piezas que constituirán las piedras preciosas que adornarán la corona de sus amos, los March, a fin de que éstos consigan el que es realmente su sueño, dominar el mundo como gobiernan España.Y, entonces, llega un tío, un tal Assange, y comienza a contarnos a todos la verdad, o sea, que el jodido tipo les ha robado a los dioses el fuego otra vez.Debe de estar muy loco o ser tan ignorante que no sabe lo que le espera. No hace mucho que otro prometeo, esta vez ruso, les arrebató a los dioses eslavos, el fuego de su verdad, de su esencial corrupción que les había llevado a hacerse los dueños de esa gran nación. Al poco tiempo, murió en un hospital inglés, envenenado con materia radioactiva.O sea que la única cuestión que cabe plantearse es cómo, cuándo y dónde morirá Assange, y no me digan, por favor, que Assange, como todos nosotros, los humanos, tiene que morir. Por supuesto, pero no hagan trampas en esta inmensa partida de póker que se juega con todas, absolutamente todas, las cartas marcadas. Assange va a morir, más pronto que tarde, y no precisamente de muerte natural, porque hay, además, que escarmentar, en cabeza ajena, a cualquier otro prometeo que pueda presentarse, imponiendo el más absoluto de los silencios en los grandes cementerios bajo la luna.De modo que las campanas, sus campanas, han comenzado ya a doblar y él, si no es tonto del todo, lo sabe, por eso hay que llamarle, con toda la justicia del mundo, Prometeo, porque él debe de saber, dueño, como es, de tanta información, con quien se está realmente jugando los cuartos, en esta inmensa partida de póker que se está jugando en todo el universo.