‘Prometeo´, formidable aventura cinematográfica

Publicado el 21 junio 2012 por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

Existen películas que sirven para hacer pensar al espectador, quizás las mejores, otras para entretener con una trama previsible y sin sorpresa alguna, comedias románticas, cintas de acción, entre otras; existen los tan temibles blockbuster, año con año cada vez mas peores; el cine independiente, entre el que se puede encontrar el de oriente y el del viejo continente y del cual posiblemente podrás ver una o dos, con suerte, películas al año en tu país, y existe Crepúsculo. Lo siento, tenia que hacer esa broma. Lo cierto que es de vez en cuando aparecen joyas cinematográficas que si bien toman algo de las secciones que les mencione, no se les puede etiquetar como algo prefabricado, suelen ir mas allá, generalmente en oposición a los gustos del publico, lo cual no es siempre malo.

Prometeo llega a nuestras carteleras con la etiqueta de ser una película veraniega, mayormente un Blockbuster, esto en su mayoría, erróneamente, a que fue vendida de mala manera. Posiblemente muchos de ustedes conozcan a Ridley Scott, director norteamericano ganador del premio Oscar a mejor director por Gladiador. Los que sean un poco mas aficionados de la ciencia ficción, conozco a varios, lo consideraran un padre del mismo genero, al entregarnos dos películas que ya son clásicas en el cine mundial, me refiero a la escalofriante Alien, y al parteaguas conocido como Blade Runner, para muchos la mejor película de ciencia ficción que se ha hecho. Aquí nos enfocaremos en la primera.

Alien, estrenada en el lejano 1979, supuso un antes y un después en el cine de horror y de ciencia ficción, mayormente por la celebre criatura, a día de hoy un icono, y por mostrarnos a una de las heroínas del cine mas entrañables, como lo fue la teniente Ripley, interpretada magníficamente por Sigourney Weaver. Ahora, casi mas de tres décadas después, Ridley Scott vuelve al universo mitológico que el mismo creo, para darnos otro escalofriante recorrido ante la infinidad del oscuro espacio. Desde que comenzó el proyecto surgieron mil preguntas con relación a Alien, y Scott preferentemente las esquivaba, hasta que cierto día dijo lo que millones querían oír: “Si, Prometeo, estará ambientada en el universo Alien”. Nadamas. Supongo que los fanáticos dieron por hecho muchas cosas, entre ellas una relación casi obligatoria con la cinta de 1979. Ante esto, nuevamente Scott dijo que la cinta seria una precuela y que estaría desarrollada unos treinta años antes.

Les daré un consejo, si son fanáticos de Alien, vayan a ver la película con la mente en blanco y sin la ridícula idea de que verán Aliens, o cosas similares. Si poco, o nada sabes de Alien, pero te fascina la ciencia ficción, bienvenido, pasaras un rato maravilloso. Prometo, haciendo alusión al Dios griego que robo el fuego del Olimpo y se los dio a los humanos, nos presenta la historia de la búsqueda del origen del universo, principalmente el del hombre. El origen de todas las cosas. Por ello que la nave espacial que va en busca de respuestas se llame Prometeo. Pero, ¿en realidad Scott tiene esa respuesta? Es obvio que no, y el que piense eso se esta engañando. La película va mas allá de eso, por eso me sorprende que mi compañero Cristóbal, y demás personas que he podido leer sus opiniones, tengan el argumento de que la película no logra responder su premisa. La realidad es que nunca lo pretendió. Y si lo hubiese echo, la decepción habría sido mayor.

La razón es muy simple: nadie conoce el universo ni sus terribles, y maravillosos, secretos que puede esconder. La humanidad sustentada en la ciencia siempre ha tenido curiosidad por saber que hay más allá. La idea de creer en un Dios es simplemente risible, pues necesitan verlo para creer. Esta interrogante, muy interesante, fue la excusa perfecta para que Scott abordara, con maestría e ingenio, la historia que nos incumbe. No es coincidencia que nuestra protagonista Elizabeth, una hermosa y talentosa, Noomi Rapace, sea una creyente, una persona de fe (maravilloso el recuerdo al lado de su padre, y que sirve para sustentar gran parte de la historia misma). Es la única dentro de la nave que cree en algo milagroso, casi divino, a excepción de su interés romántico Charlie, un cumplidor Logan Marshall-Green, quien espera algo más “científico”.

Mención aparte el personaje de David, un formidable Michael Fassbender, quien interpreta a un robot en si, mecánicamente, pues en su exterior tiene tejido humano, inclusive logra expresar reacciones y comportamientos similares al de un ser vivo. Su personaje es esencial, quizás fundamental, pues es el único de la tripulación, de un total de 17 integrantes, que piensa usando la lógica y no con sus emociones, pues carece, en apariencia, de las mismas. El no ve esta planeta ni la raza alienígena que encuentran, el clímax de la película, como algo divino o que de respuestas científicas, el solo quiere saber más, sin importar los costos. Por ello la conversación sobre la creación de las cosas que mantiene con Charlie es tan relevante, pues nos habla mucho de su perspectiva. Lo mismo que lo que hace después, que no revelare aquí.

Quizás el motivo principal por el cual muchos se sientan decepcionados o confundidos, en el mejor de los casos, sea el principio de la película. ¿Ese lugar que vemos es la Tierra u otro lugar? ¿El alienígena que vemos  al beber un recipiente desconocido tiene alguna relevancia? ¿Su muerte es el nacimiento de la vida? Esas interrogantes son normales y Scott nos las deja para pensar, durante los primeros minutos, lo mismo que la relación que existe entre las culturas del mundo con un sistema planetario en común, y a donde nuestros protagonistas deciden ir para buscar respuestas. Todas y cada una de esas preguntas están destinadas a reflexionarse, no a que te las respondan. Scott sabe a la perfección eso y decide que nosotros tomemos un juicio. Fuera de eso, la película como tal se logra entender a la perfección, y cumple de principio a fin, respaldada en una labor titánica y perfecta técnicamente, la música de Marc Streitenfeld es portentosa y exquisita;  el aterrizaje del Prometeo es impresionante, lo mismo que la secuencia final, cine puro.

Prometeo es una cinta perfecta en su género que puede ser malinterpretada por razones mas obvias, pero que si se piensa detenidamente y se hace reflexión alguna, esta correctamente desarrollada. La búsqueda del hombre por respuestas que terminara en un horror absoluto ante la insignificancia del ser humano en un universo indescifrable, con monstruos y numerosos misterios que nadie conoce, perdonadme pero eso es una idea escalofriante y tan verdadera que no queda mas que felicitar a Scott por tal atrevimiento.  Y por si esto fuese poco, el mismo director nos entrega el personaje mas triste e ingenio de todos, pero que a la vez representa tantos sueños del hombre, hablo de Guy Pierce, encarnando al propietario de la empresa que financio el viaje del Prometeo, y que busca, en su ignorancia, la vida eterna. Simplemente una genialidad. Si amas el cine no debes perderte esta audaz, y hermosa, cinta que nos enfrenta a la curiosidad del ser humano(trasformada en arrogancia e ingenuidad) contra los misterios de la vida misma. Recomendable verla mas de una vez.

 ★★★★½