Aunque no es habitual en mí reseñar estrenos, y, mucho menos, ir al cine a ver películas hiperpublicitadas, este verano hice una excepción y fui a ver Prometheus. Al fin y al cabo, estamos hablando de Ridley Scott...
Como experiencia visual 3D, Prometheus es fantástica. ¡Nada más! Podría dejar aquí la reseña y despedirme tan a gusto, porque, en realidad, no hay mucho más que comentar sobre el esperado regreso de Ridley Scott, pues a mí, yo confieso, me ha dejado bastante indiferente.
He leído que no es una precuela de Alien, que no debemos compararla con ese molesto octavo pasajero; también he leído lo contrario, que estamos ante el origen de la criatura más terrorífica que nos ha dado el cine espacial. Vista la película (a mí que me perdonen) sólo puedo decir que de Alien tiene mucho y de originalidad poco.
Comencemos por lo bueno.
Yo confieso: era mi primera experiencia en 3D. Soy de los que opinan que el buen cine no necesita de complementos extra-pantalla, pero.... uno es curioso. Efectivamente, la diferencia es notable, pero no me atrevería a englobarla dentro de lo que yo considero cine. En cualquier caso, lo mejor de la película está, precisamente, ahí, en el 3D, que permite estar (más que ver) en ese planeta al que llegan los protagonistas. Visualmente, Prometheus es potente y efectista, sobre todo en las secuencias de exteriores. Ridley Scott nos ofrece unos bellísimos planos de entornos naturales bastante terrenales y que a mí, en cierta medida, me han recordado a los vistos en El árbol de la vida de Malick. También son destacables todos los artilugios de los que se sirve la tripulación en sus investigaciones, así como una secuencia en la que el robot Fasbbender se convierte en el centro del universo.
Pero, una película de ciencia-ficción no sólo está hecha de buena fotografía e imaginería futurista. Sin un buen guión, la ficción puede convertirse en fricción para el espectador, que comienza a revolverse en la butaca. Prometheus no tiene nada de original y, lo que es peor, es totalmente previsible. Cuando arranca la película y en los créditos vemos cómo se van formando las letras que titulan el film, recordamos las que Saul Bass diseñara para la primera entrega de Alien. La asociación es inmediata. Después, aunque no quieres creerlo, sabes que el bicho matará a unos, entrará en otros y complicará las cosas a todos.
En consecuencia, muy bien ejecutada pero poco hecha.
¿Qué pasa con los actores y actrices? Sin tener en cuenta que para mí la mejor interpretación la brinda una especie de serpiente viscosa y juguetona, Fassbender es, sin duda, el mejor parado de todo el elenco y a pesar de las incoherencias del guión. Con Charlize Theron, yo confieso, me reí, al verla en ese papel de malvada rubia y gélida que no estará en su biografía como una de las mejores interpretaciones. Y el resto del elenco, da color, incluyendo a la protagonista, la sueca Noomi Rapace, protagonista de la saga Millenium y a la que no tenía el gusto de conocer.
En definitiva, si la verdad está ahí fuera, me quedo con la mentira.