Un miércoles más acudo a mi cita con la báscula.
Esta semana, aunque no he perdido mucho peso respecto a la anterior, estoy más motivado. Parece que en volumen estoy bastante mejor y el hecho de recuperar ropa que hacía tiempo no podía ponerme es un subidón de autoestima.
Los números
Empecemos por los números: esta mañana he parado la báscula en 109,9 kilos. Conseguir bajar de los “psicológicos” 110 ha sido un estímulo solo comparable al de estrenar vaqueros de un par de tallas menos esta semana
Las sensaciones
Aunque sólo han sido 1,3 kilos menos desde el miércoles pasado, las sensaciones han vuelto a ser buenas. Físicamente me encuentro muy bien, aunque no me he prodigado mucho esta semana por el gimnasio (¡eh, que ayer y hoy volví a darlo todo a las siete de la mañana!). La rodilla avanza notablemente desde la operación de menisco, la pierna está cada vez más fuerte y ya puedo hacer ejercicio durante más tiempo.
La visita al médico y a Pronokal
El punto negativo de esta semana fue la visita al médico. Por desgracia no pude cambiar de paso, así que seguiré un par de semanas más en el paso 2 y seguir con una comida sin producto Pronokal al día (en el paso 3 ya se puede comer y cenar carne, pescado o huevos). Hasta el día 11 de noviembre no cambiaré al paso 3. Mucha culpa de esto la tiene el tremendo estancamiento que sufrí hace un par de semanas, en el que estuve casi 17 días perdiendo tan solo un kilo. Espero que esto no vuelva a suceder :-S
En la visita a la sede de Pronokal de Madrid (O´Donnell 20) saqueamos entre Manu y yo todas las reservas de galletas. Manu compró diez cajas de galletas con chocolate blanco y yo otras diez, aunque variadas. Quizás esto no sea lo aconsejable, pues las dietistas de allí siempre sugieren consumir productos más variados para evitar el aburrimiento, pero es que las galletas están muy buenas…