En la categoría de mejor película, a pesar de encontrarnos con diez nominadas, la verdadera competencia se da solo entre dos o tres largometrajes. En esta ocasión, la gran favorita es El Discurso del Rey, que con sus doce nominaciones, algunos premios importantes como el Bafta en su cosecha, y el perfil de la típica historia de época y superación que gusta tanto a la Academia, lo tiene todo para quedarse con las principales estatuillas doradas. Sin embargo, no siempre la cinta que obtiene más nominaciones es la que al final resulta triunfadora. Los films que le podrían aguar la fiesta a esta producción británica son Red Social, que en los últimos meses ya se llevó el Globo de Oro y otras varias distinciones de prestigio, y el aclamado western Temple de Acero, que ha logrado diez importantes postulaciones en esta edición del Óscar.
Y en el codiciado rubro de mejor director, la lucha está un poco más reñida entre dos buenos realizadores: el inglés Tom Hooper, por El Discurso del Rey, y el reconocido cineasta norteamericano David Fincher, gestor de Red Social. Y si bien Fincher se proyectaba en un principio como el absoluto favorito y ya tiene en su casa el Globo de Oro, Hooper obtuvo hace unas semanas el galardón del Gremio de Directores de Estados Unidos, un premio que en sus más de 60 años de historia solo ha diferido seis veces con el Óscar de la Academia.
Como vemos, la mayoría de categorías estarán casi cantadas cuando dentro de pocas horas se empiecen a abrir los sobres que contienen los nombres de los afortunados ganadores. Aún así, igual esperamos que la ceremonia del Óscar compense lo predecible que se ha vuelto con mucho, mucho espectáculo y glamour.