En el antiguo Egipcio ya se consumía cerveza, en la Edad Media era elaborada en los Monasterios como un alimento para los enfermos y los peregrinos y en la actualidad no hay una fiesta en la que falte la preciada rubia. La cerveza es, junto al agua y al té, la bebida más consumida del mundo. Durante mucho tiempo tuvo que cargar con la mala fama de engordar y provocar la famosa “barriga cervecera”, pero diversos estudios han demostrado sus grandes propiedades.
Además, la cerveza es una bebida con muy pocas calorías, la “barriga cervecera” se debe a la mala alimentación, al sedentarismo y a las tapas que suelen acompañar a nuestras cervezas. Hay que tener en cuenta que es una bebida con alcohol y no hay que abusar de ella, no es recomendable consumir más de dos vasos diarios de cerveza. También podemos optar por su versión sin alcohol. Sus propiedades se deben a que esta elaborada con productos naturales, como la cebada, la malta y el lúpulo (que le da su característico sabor) y a su proceso de fermentación. Descubre sus propiedades. Propiedades de la Cerveza:
- El gas carbónico que contiene la cerveza ayuda a mejorar la circulación sanguínea, la asimilación de nutrientes y a hacer la digestión.
- Es una gran fuente de antioxidantes, gracias a los cuales fortalece el sistema inmunológico, previene el envejecimiento prematuro y es anticancerígeno.
- Contiene vitaminas del grupo B, vitamina D, E y C, hidratos de carbono, minerales y proteínas.
- Previene y mejora la anemia.
- Fortalece el sistema nervioso.
- Es un buen antiinflamatorio.
- Aumenta el nivel de colesterol bueno y reduce el malo.
- Contiene silicio, un mineral que aumenta la densidad ósea.
- Los flavonoides que contiene mejora los síntomas de la menopausia y previene la osteoporosis.
- Según algunos estudios podría prevenir enfermedades como el Alzheimer.
- Su bajo contenido en sodio la convierte en una bebida diurética.
- Gracias a su contenido en magnesio evita la formación de cálculos y piedras en el riñón.
- Evita el desarrollo de la diabetes tipo 2.
- Mejora la presión arterial.
- Ayuda a que el organismo se recupere de la pérdida de agua y minerales cuando realizamos ejercicio físico, de forma similar al agua.
- Es recomendable durante la lactancia, por supuesto sin alcohol, ya que evita la oxidación de la leche materna.
- Contiene ácido fólico.
- El lúpulo, componente esencial de la cerveza, es sedante, bueno para el estómago y afrodisíaco.
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