La sandia, junto al melón, es una de las frutas más consumidas en verano. Originaria de África, su cultivo se extendió rápidamente por América y Europa. España es un gran productor de sandía.
Esta riquísima, apetece a cualquier hora del día, ayuda a calmar la sed, nos hidrata y a penas tiene calorías. Es una de las frutas más grandes que podemos encontrar y con mas cantidad de agua. La sandía aporta grandes propiedades a nuestra salud, si quieres conocerles todos, continúa leyendo.
Propiedades de la sandía:
- Contiene vitamina A , B, C , E y D.
- Contiene licopeno, que le proporciona su característico color rojo a la pulpa, uno uno los mayores antioxidantes que existen, nos protege de las enfermedades cardiovasculares, del cáncer, evita el envejecimiento prematuro y reduce el colesterol malo, entre otras cosas.
- Algunos estudios han demostrado que el licopeno previene la degeneración muscular, principal causa de la ceguera en las personas mayores.
- Su contenido en potasio y magnesio ayudan a regular la tensión arterial.
- Los betacarotenos que contiene nos ayudan a conseguir un bonito bronceado.
- Además, la sandía nos ayuda a tener un cabello y una piel más sanos.
- Esta considerada un afrodisiaco. Mejorando el flujo de sangre en todas las partes del cuerpo.
- Tiene un gran efecto diurético. Ayudando a eliminar toxinas del organismo.
- Mantiene estable los niveles de azúcar en la sangre, siendo recomendable su consumo en caso de diabetes, así como para prevenir la enfermedad.
- Reduce los dolores musculares.
- Recomendable en caso de cálculos renales.
Consejos para su consumo:
- Cuando compres una sandía, tienes que darle unos golpes, si el suena a hueco es que la sandía esta madura y lista para su consumo.
- Si compras una sandía cortada por la mitad, elige la que tenga una pulpa roja, brillante y jugosa.
- Es recomendable consumirla en los cuatro días siguientes, pasado ese tiempo va perdiendo propiedades.
- Elige una sandía que no tenga ni manchas, ni golpes o raspaduras en su piel.
- La sandía se puede conservar entre dos y tres semanas a temperatura ambiente.
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