- Digestivo: el cardamomo se considera una semilla altamente digestiva debido a su capadidad para mejorar dolencias como el cólico, el estreñimiento y los gases. También combate la halitosis. Tomado en infusión favorece una buena digestión.
- Antiséptico: mantiene la higiene bucal y combate las bacterias que dañan el esmalte.
- Expectorante: se trata de una de las propiedades del cardamomo más interesantes puesto que contiene una gran cantidad de cineol, aceite esencial indicado para tratar la tos, la bronquitis o el asma.
- Aperitivo: estimula las secreciones de saliba y produce apetito.
Aunque no tiene muchas contrindicaciones, cabe destacar que no deben tomarlo mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. También se aconseja que eviten tomarlo personas con úlceras o dolencias similares.
Cómo preparar una infusión de cardamomo
En un cazo puesto al fuego con 1/2 litro de agua añade 5/6 gramos de cardamomo verde, que es el de mejor calidad, aroma y sabor, y dejar hervir durante 5 minutos. Aparte, en una tetera con dos cucharadas de té negro Darjeeling en hebras, vierte la infusión de cardamomo y deja reposar 3/4 minutos. Pasado ese tiempo, cuela el té y las semillas de cardamomo y endulza al gusto (pruébalo con miel).
Por supuesto, si abres las vainas del cardamomo para extraer las semillas al preparar la infusión, el efecto, los sabores y los aromas serán más intensos, pero siempre antes de su uso para que las propiedades del cardamomo se mantengan intactas.