Volví a la carga después de una larga ausencia. Esta vez me encontraba en un restaurante/bar, al momento de solicitar la cuenta, proporcionar el monto de lo consumido y dejando una propina que rondaba en el 8% del total, cuál fue mi sorpresa cuando el mesero se acercó y solicito si podíamos dejar el 10% que era obligatorio.
Es cierto que, en occidente tenemos una gran influencia de parte de los Estados Unidos y su capitalismo arrollador a través de los siglos.
Ese mismo capitalismo tenebroso erosionando tierras, acabando con bosques y selvas siempre buscando un bienestar social, acabando con los recursos naturales de algún lugar, o el de algunos pocos. Nacemos, crecemos, comemos capitalismo, es algo inherente a nosotros, lo asimilamos como nuestro y al mismo tiempo acaba con nosotros.
El capitalismo ha ocasionado brechas salariares enormes. El patrón explotando al trabajador por un sueldo miserable, mientras el trabajador saca su frustración con el consumidor- pensaba mientras saldaba la cuenta ‘’obligatoria’’.
Me puse reflexivo sobre lo sucedido, intenté sacar mis dudas acudiendo a meseros y preguntarles su opinión, la gran mayoría concordaba que se les paga un salario tan bajo que viven de las propinas añadiendo el servicio que prestan, mi respuesta en todas las conversaciones fue la siguiente:
1: Me parece que el patrón debería darles un salario digno, pero la reclamación del gremio restaurantero debería ir dirigida al patrón y no al consumidor
2: El consumidor no está obligado a pagar el salario del trabajador
3: Al contratarte te mencionan que dicho trabajo es por comisión (queda a la voluntad del consumidor
4 Los meseros deberían solicitar un aumento de sueldos, así como seguro social y todos los beneficios que la Ley Federal del Trabajo exige. El disgusto de los meseros está mal enfocada al culpable…
Y así, nos desgarramos las envestiduras entre trabajador y consumidor sin ver el verdadero problema.
Invito a todos aquellos que nos brindan un servicio soportando malas caras, laborando de pie durante 8 horas, que exijas tus derechos, y recibas una buena remuneración por tu actividad.