Propuestas para hacer en casa I: exploración de objetos y estimulación sensorial.

Por Elisa Hernández @ElisaHernandezG
Como ya os conté, el curso pasado cogí una excedencia y estuve en casa con Inés. En las dos siguientes entradas quiero compartir algunos materiales y propuestas de las que disfrutó algunas mañanas. El objetivo de todas ellas es proporcionar unos estímulos sensoriales variados y de calidad y favorecer el desarrollo de la motricidad, que va muy ligado a la consecución posterior de una mayor autonomía para realizar tareas cotidianas y satisfacer necesidades básicas.
Son muy fáciles de hacer en casa con materiales sencillos y están diseñadas especialmente para bebés entre 6 meses y 2 años aproximadamente. Los materiales y propuestas de esta entrada están más dirigidas a la exploración libre de objetos y la estimulación sensorial; y las de la entrada siguiente irán sobre todo encaminadas a favorecer el desarrollo de determinadas habilidades motrices.
1. BOTE DE TAPAS.
Este material consiste en un bote forrado con goma eva en el que metemos tapas de distinto tamaño y material. A Inés le encantaba sacarlas, chuparlas, golpearlas y volver a guardarlas. Es interesante a partir de los 6 meses y suele dejar de tener interés a partir de los 15 meses aproximadamente.

2. SONAJEROS DE ARROZ, PASTA, ETC.
En una botella, preferiblemente transparente, introducimos cualquier material que suene y ¡ya tenemos un sonajero!. Además, al bebé le encantará ver cómo se mueve lo que hay dentro.

Puede fabricarlos un hermano más mayor y convertirse así en una excelente propuesta para trabajar la motricidad fina y fomentar el vínculo afectivo entre ellos.
3. CAJA DE COLLARES.
En una caja de metal podemos recopilar todos los collares que tenemos guardados y no usamos. El sonido de todos ellos juntos ya es curioso. Pero lo que más disfrutó Inés, y que no es fácil en un bebé, fue ponerselos de uno en uno hasta reunir unos cuantos en su cuello.

Esta propuesta requiere nuestra presencia constante.
4. CAJA DE CAJAS.
Este material lo ví en el blog Reality beats. Consiste en una caja con cajitas dentro de distintos tamaños y tipos de apertura. En cada una de estas cajas hay otro pequeño objeto. 

Al principio Inés sólo sacaba las cajas pequeñas de la caja contenedora y las agitaba. Poco a poco fué siendo capaz de abrir alguna. Ahora aún saca este merial alguna vez e intenta abrir las más difíciles.
5. CESTO DE LOS TESOROS.
Consiste en proporcionar un cesto con unos 10 objetos de diferentes materiales, preferiblemente naturales, y dejar que el niño los explore libremente, sin intervenir acercándoselos o mostrándole ejemplos de acción sobre ellos. Nuestro papel es proporcionar el cesto en momentos en los que el niño esté despierto y tranquilo, observar sus acciones con él y retirarlo cuando el bebé pierda interés.

Se pueden introducir en el cesto muchísimas cosas. El nuestro contiene: anillas de cortina de madera, colador, rodillo de madera, cortapastas de metal, moldes de flan metálicos, telas, tapón de bañera, mortero de madera, cubiertos también de este material, salvamanteles y tapones de corcho.  De todos estos objetos iba seleccionando unos cuantos cada vez que le presentaba el cesto.
Es una propuesta imprescindible para bebés entre 6 y 12 meses aproximadamente. Trabaja tantas cosas que se puede escribir una entrada entera. Podéis buscar más en internet porque ya hay mucho escrito. A mí lo que más me sigue impresionando es cómo los bebés son capaces de concentrarse durante tanto tiempo, realizando un estudio "tan exhaustivo" de objetos cotidianos. Pocas cosas son tan interesantes como observar el juego de los niños sin intervenir. 
6.PAN RALLADO.
La exploración con pan rallado es muy rica ya que se puede acompañar de muchos materiales que permitan en el niño diferentes acciones. Yo le comencé dejando objetos semi escondidos en una caja llena de pan rallado (2kg aproximadamente) para que al buscarlos disfrutase de la sensación de hundir sus manitas en el pan.
En sesiones posteriores le proporcioné tapones de botellas de leche, recipientes, cucharas y otros cubiertos de servir comida; y en las mañanas más próximas al verano, cubitos, palas y moldes para la playa. De esta forma surgieron muchas maneras de trasvasar el pan, utilizó el pan para esconder ella los objetos y aparecieron las primeras comparaciones entre la capacidad de distintos recipientes.

Para poder realizar la propuesta en casa, a principio de curso adapté una caja de cartón grande y fabriqué una zona de experimentación que no importase si se manchaba y en la que, al sacar el pan rallado, pudiese luego volver a recogerlo fácilmente y reutilizarlo.

7. HARINA.
Las propuestas fueron similares a las del pan rallado pero con una experiencia sensorial diferente. ¿Habéis sumergido alguna vez las manos o los pies en 2 kg de harina? Altamente recomendable para todas las edades. A Inés las primeras veces no le gustaba pero terminó disfrutándolo bastante, también en compañía de su hermano.

8. ESPUMA DE AFEITAR Y COLORANTE.
Dentro de la "caja de exploración" y sobre una bandeja de cocina eché bastante cantidad de espuma de afeitar y gotas de colorante alimenticio verde, rojo, amarillo y azul. Se lo presenté a Inés con 18 meses y Pablo con 3 años y medio. Al principio hundían las manos tímidamente pero acabaron mezclando la espuma con el colorante para teñirla y haciendo mezclas después de los colores que tenían para formar otros. La sensación al tocar la espuma es tan agradable que la extendieron también por su cuerpo.  La espuma se lava fenomenal pero si echamos mucho colorante puede que tiña el cuerpo y cueste quitarlo un poco más. Aún así es altamente recomedable realizar la actividad cuando haga calor y los niños puedan estar casi desnudos para poder sentir la espuma con todo el cuerpo.  Esta propuesta es fácilmente adaptable al aula de Educación Infantil. Yo la he realizado en el nivel de 3 años colocando igualmente la espuma en una bandeja pero sólo usando las manos para la exploración. Aprovechamos también para practicar trazos con el dedo sobre la espuma.
9. PINTAR CON HIELOS

Otra actividad muy recomendable para hacer en casa con buen tiempo es pintar con hielos. En la entrada Cuadros con cubitos de témpera congelada, ya os conté cómo lo hice en el aula. El material se prepara igual pero en casa yo coloqué papel continuo en el suelo de la terraza sobre un mantel plastificado.