Un gobierno para España. Ojalá 2019 traiga un gobierno estable, transparente y transformador que consiga conducir al país hacia objetivos de crecimiento económico, progreso material y bienestar social, sin dogmatismos ni demagogias. Un gobierno con apoyos parlamentarios suficientes, que no mayoría absoluta, para pactar un programa de modernización, eficacia y equidad de la sociedad española, que permita mayor justicia, igualdad de oportunidades y recursos para todos los ciudadanos, independientemente de su condición. Un gobierno que construya un país en el que cada cual pueda desarrollar sus habilidades e idear un proyecto de vida sin más dificultad que ponerse a ello mediante el estudio y el trabajo. Un gobierno abierto y dialogante para un país de españoles con diversidad de pareceres, costumbres e idiosincrasias que enriquecen al conjunto. Un gobierno exento de sectarismos, sin tacha y dedicado por completo a cumplir con su deber y no a contentar a sus fieles ni actuar en función de las encuestas. Un gobierno que se abra a todos los españoles y nos abra al mundo para participar de una globalización que no debe ser sólo comercial o económica, sino también cultural y social, posibilitando un espacio sin fronteras para competir y compartir sueños y oportunidades. Un gobierno con un proyecto de futuro, no administrador de la coyuntura. En definitiva, un gobierno para un país como el nuestro, rico en historia, cultura y recursos y que es la octava potencia económica del planeta. Nos merecemos un gobierno a la altura del país.
Un gobierno para España. Ojalá 2019 traiga un gobierno estable, transparente y transformador que consiga conducir al país hacia objetivos de crecimiento económico, progreso material y bienestar social, sin dogmatismos ni demagogias. Un gobierno con apoyos parlamentarios suficientes, que no mayoría absoluta, para pactar un programa de modernización, eficacia y equidad de la sociedad española, que permita mayor justicia, igualdad de oportunidades y recursos para todos los ciudadanos, independientemente de su condición. Un gobierno que construya un país en el que cada cual pueda desarrollar sus habilidades e idear un proyecto de vida sin más dificultad que ponerse a ello mediante el estudio y el trabajo. Un gobierno abierto y dialogante para un país de españoles con diversidad de pareceres, costumbres e idiosincrasias que enriquecen al conjunto. Un gobierno exento de sectarismos, sin tacha y dedicado por completo a cumplir con su deber y no a contentar a sus fieles ni actuar en función de las encuestas. Un gobierno que se abra a todos los españoles y nos abra al mundo para participar de una globalización que no debe ser sólo comercial o económica, sino también cultural y social, posibilitando un espacio sin fronteras para competir y compartir sueños y oportunidades. Un gobierno con un proyecto de futuro, no administrador de la coyuntura. En definitiva, un gobierno para un país como el nuestro, rico en historia, cultura y recursos y que es la octava potencia económica del planeta. Nos merecemos un gobierno a la altura del país.