La descripción de acciones se llama propiamente pragmatografía (del gr. «prágma» = acción + «grafía» = descripción). Véanse ejemplos en Joel 2:1–11, donde se describen hasta los más minuciosos detalles de las acciones del pueblo grande y fuerte que caerá sobre Sión, Mt. 24 y Mr. 13, que describen los eventos de la Gran Tribulación, y Lc. 21:12 y ss., que describe los eventos que precederán a dicha Gran Tribulación. Véanse también delicados toques, especialmente en Mr. 8:33; Hch. 6:15; 7:55, 56.
Esta clase de descripción (del griego «prósopon» = persona + «grafía» = descripción) es la representación vívida del carácter o del porte exterior de una persona. Véase, por ejemplo, Mt. 3:4, donde se describe el porte exterior de Juan el Bautista. Véase también la gráfica descripción de Yahweh, en Is. 63:1–6, en el día de su venganza (comp., para la recta interpretación de esta porción, con Is. 34:8; 61:2b). También, la descripción de Jerusalén, comparada a una persona a la que se le hace reconocer sus propias abominaciones, en Ez. 16:4–26 (véase v. 2).Cuando la descripción está limitada a la apariencia exterior de la persona, la figura se llama eficción. En cambio, cuando dicha descripción se limita a representar el carácter o la moral de una persona, se llama caracterismo. Si la descripción se refiere a los modales, hábitos, caprichos o gestos de una persona, se llama etopeya, de la que tenemos ejemplos en Is. 3:16; Jer. 48:3–46; Lc. 18:9–14; 1 P. 3:3. Cuando la descripción está limitada a los sentimientos, se llama patopeya (del gr. «páthos» = = pasión + «poieín» = hacer). Tenemos ejemplos de patopeya en Is. 22:4; 49:15; Jer. 9:1, 2; 23:9; 31:20; Os. 11:7–9; Mr. 3:5; 6:32; 7:34; 10:14, 21; Lc. 19:41; 2 Co. 2:4; Gá. 4:19, 20.Si la descripción se usa para describir o imitar los dichos de otro, con objeto de añadir énfasis, la figura se llama mímesis, que significa «imitación». Véanse ejemplos en Ex. 15:9 (v. en asíndeton); Sal. 137:7; 144:12–15 (v. en elipsis); Is. 14:13, 14; 28:15; Os. 14:2, 3; Ez. 36:2; Miq. 2:11; 3:11. También, en 1 Co. 15:35; Fil. 3:4, 5. A veces, se usa una palabra que otra persona suele emplear, y es repetida de forma delicada, pero lo suficientemente punzante, para servir de correctivo, como, por ejemplo, en 2 Co. 10:1, 10.
La descripción de acciones se llama propiamente pragmatografía (del gr. «prágma» = acción + «grafía» = descripción). Véanse ejemplos en Joel 2:1–11, donde se describen hasta los más minuciosos detalles de las acciones del pueblo grande y fuerte que caerá sobre Sión, Mt. 24 y Mr. 13, que describen los eventos de la Gran Tribulación, y Lc. 21:12 y ss., que describe los eventos que precederán a dicha Gran Tribulación. Véanse también delicados toques, especialmente en Mr. 8:33; Hch. 6:15; 7:55, 56.
La descripción de acciones se llama propiamente pragmatografía (del gr. «prágma» = acción + «grafía» = descripción). Véanse ejemplos en Joel 2:1–11, donde se describen hasta los más minuciosos detalles de las acciones del pueblo grande y fuerte que caerá sobre Sión, Mt. 24 y Mr. 13, que describen los eventos de la Gran Tribulación, y Lc. 21:12 y ss., que describe los eventos que precederán a dicha Gran Tribulación. Véanse también delicados toques, especialmente en Mr. 8:33; Hch. 6:15; 7:55, 56.