Prospección sobre croissants

Por Jmbigas @jmbigas
Tras el artículo sobre Croissants que publiqué el pasado 16 de Agosto, he realizado algunas prospecciones en el mercado de Madrid y alrededores, probando algunas de las muchísimas recomendaciones (supongo que algunas interesadas) que se encuentran por la red.

Excelentes croissants (8,5/10) de Oriol Balaguer
(JMBigas, Septiembre 2011)

Compré algunos en una confitería argentina cercana al Retiro (América II). Tenían unos grandes y de apariencia sospechosamente aburrida, que no llamaron mi atención. Me recomendaron unos muy pequeñitos, casi unas barritas, que finalmente no me aportaron nada especial. Visité la famosa pastelería Manolo e hijos de Colmenar Viejo, ya en dirección a la sierra de Madrid. Sólo les quedaba uno y compré también unos manolitos (croissantitos enanos). El croissant era muy correcto y digno, pero bastante silencioso al mordisco. De 7 sobre 10. Puede servir como croissant refugio. Los manolitos sí estaban deliciosos, pero ese ya es otro producto diferente. Busqué uno de los establecimientos de la cadena Cala Millor, que tiene varios al oeste de Madrid (en Majadahonda, Las Rozas y Boadilla del Monte). Finalmente estuve en el de Las Rozas, cercano al outlet Las Rozas Village. Pedí uno con un café con leche para desayunar. Me preguntaron si lo quería a la plancha (uy, uy, uy). Resultó ser bastante mediocre, modesto y digno, sin llegar a correcto. De 4/10. Además, el croissant a 1,35€, y 2,80€ con café con leche. De momento, la estrella de los que he probado son los de Oriol Balaguer, un pastelero catalán (premiado en múltiples ocasiones) con tienda en Madrid, especializado en chocolates y repostería de alta gama. La tienda de Madrid está en pleno barrio de Salamanca (Ortega y Gasset esquina con General Pardiñas). Es una tienda pequeña, pero de apariencia muy lujosa, con chocolates en sus formatos más caprichosos y repostería de encargo. No es, para nada, una tienda de pastelería al uso. Por las mañanas (hasta que se terminan, que suele ser antes de las doce) tienen una o dos bandejas de repostería, básicamente croissants y alguna otra pieza. Hay que tener precaución con la puerta de cristal automática deslizante, ya que le cuesta un poco reconocer al visitante. Los croissants son deliciosos. De formato prácticamente lineal (sin forma de media luna), de corteza firme pero nada pegajosa, en la mejor tradición de los excelentes croissants franceses. Se lamenta al morderlo (es muy crujiente), y la masa tiene una apariencia perfectamente canónica, muy bien trabajada y correctamente horneada. Para mí, son de 8,5/10. No tienen una puntuación más alta por dos pequeños inconvenientes (muy ligados entre sí). De una parte, resultan pesados. De otra, dejan en boca un regusto que, si bien es agradable, es demasiado grasiento. Posiblemente ambos inconvenientes estén ligados al tipo (y cantidad) de grasa utilizada en su confección. De todas formas, resultan excelentes, muy por encima de la media. No son baratos (1,50€ la unidad), pero conviene recordar que las Pastelerías Mallorca, por su buen croissant refugio (7,5/10), ya cobran 1,55€ por unidad. Su casa central está en Barcelona (plaça de Sant Gregori Taumaturg), con una segunda tienda en Travessera de les Corts. Y sucursal en Riyadh (Arabia Saudí), para los muy viajeros. Seguiré informando. JMBA