El submundo de los complementos infantiles puede deparar tantas sorpresas y cachivaches.Vamos a ver esto, quizá alguno ya lo conozca. Para los que no, ahí va una foto.
Qué os parece? La primera vez que hicieron su aparición en mi vida fue dando una vuelta por nuestro pueblo. Vimos una silla de paseo exactamente igual que la nuestra, aunque el manillar era diferente. Nos extrañó pero no le di más vueltas. Un día que bajamos a Barcelona vimos que ya era más habitual, aunque siempre para sillas de segunda edad. Y ahí fue cuando me fijé. No me lo creía. Le habían puesto una funda de punto a un manillar!!No le encontraba ninguna utilidad. La mamá de los monstruitos dijo: pero claro, qué buena idea! Yo la miré, y como sé que no le gusta el alcohol, así que no iba borracha, pensé enseguida en que había una cámara oculta.
Como no era el caso, le pedí explicaciones a semejante barbaridad. Y ella, con su raciocinio habitual me explicó que nuestra silla, al igual que muchas que habíamos visto se rajaba por el manillarAquí hago un incisoA ver, señores fabricantes de sillas de segunda edad, y más concretamente aquellos cuyos productos tienen un nombre similar a un coche de Formula 1 y que cuestan más de 200 euros: Tanto les cuesta utilizar materiales de calidad y pensar un poco en la ergonomía?!!Ah claro, que así no sacan tantos beneficios. Vaya, vaya, pobrecitos...
y sí se les ponía ese protector, pues ese problema se evitaba, así el carro duraba más.Y ya me callé, porque no quería insistir más en el tema. Porque os contaré una habilidad que he desarrollado a lo largo de los años: cuando la mamá de los monstruitos saca temas como éste, o: qué te parece si... el papá de los monstruitos se queda calladito, porque sabe que como diga alguna palabra, sea la que sea, eso se acaba comprando.
Alguno dirá: bien, yo no tengo una sillita de segunda edad, he conseguido escapar! Ilusos... Qué os pensabais, que los desarrolladores de productos no os tenían en cuenta?