En este estudio, investigadores de la Universidad de Duke analizaron datos de un estudio británico que dio seguimiento a 1,100 familias con gemelos, desde el nacimiento de los gemelos en la década de los 90. Las muestras de ADN se recolectaron cuando los niños tenían 5 y 10 años de edad. El equipo de la Duke halló que los niños con antecedentes de dos o más tipos de exposición a la violencia (como violencia doméstica, acoso frecuente o abuso físico de parte de un adulto) tenían significativamente más pérdida en los telómeros que otros niños. El estudio aparece en la edición del 25 de abril de la revista Molecular Psychiatry. "Esta es la primera vez que se ha mostrado que nuestros telómeros pueden recortarse a una tasa más rápida a una edad verdaderamente temprana, mientras los niños aún experimentan estrés", apuntó en un comunicado de prensa de la Universidad de Duke Idan Shalev, investigador postdoctoral en psicología y neurociencia del Instituto de Ciencias y Políticas Genómicas de la universidad. Los hallazgos sugieren que proteger a los niños del daño podría beneficiar su salud a largo plazo. "Más vale prevenir que lamentar", enfatizó en el comunicado de prensa la colíder del estudio Terrie Moffitt, profesora de psicología y neurociencias. "Parte de los miles de millones de dólares gastados en enfermedades del envejecimiento, como la diabetes, la enfermedad cardiaca y la demencia, podrían invertirse mejor en proteger a los niños del daño".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare HealthDay
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