Meterse de más puede atentar contra la autoestima de los chicos y tener el efecto opuesto al que queremos lograr. Si no espiamos las conversaciones en el recreo, ¿debemos leer los chats con sus amigos?
Los chicos en el mundo digital necesitan guía, protección y ayuda. Nosotros, como adultos responsables, debemos proveer un entorno seguro para que ellos puedan aprovechar la tecnología al máximo. Se pueden implementar controles parentales, configurar las condiciones de privacidad/seguridad en las redes sociales y educar día a día. Todo esto es clave para el momento en que ellos empiecen a interactuar en la web. Mas allá de las soluciones técnicas que implementamos, resulta fundamental la educación que brindamos a nuestros hijos.