Protestantismo y capitalismo

Por Protestantes @periodistadigit

CÉSAR VIDAL

Una de las acusaciones proferidas con más saña contra el protestantismo en las últimas décadas ha sido la de ha sido el creador del capitalismo. En ese sentido, el protestantismo vendría ser el origen de una terrible forma de opresión que se opondría, por supuesto, al socialismo y a formas de concebir la economía moralmente superiores como las contenidas en las encíclicas papales donde se dibuja la doctrina social católica o en escritos de autores católicos como Chesterton o Tolkien que, supuestamente, dibujan un orden económico y social ideal y más humano. Como en tantos mitos que circulan sobre el protestantismo, en éste hay una parte de verdad y una no menor de falsedad. Me explico.

El sistema capitalista surgió en las ciudades mercantiles italianas en el curso de la Baja Edad Media. La acumulación de capital y la inversión ordenada llevó a un capitalismo incipiente en Florencia que, entre otras consecuencias, tuvo el mecenazgo renacentista que nos proporcionó las obras extraordinarias de Miguel Ángel o Donatello. Hasta ahí el mito es, por lo tanto, falso. Sin embargo, sí es cierto que el capitalismo quedó pronto sofocado en el mundo católico y, por el contrario, triunfó en aquellas naciones donde hubo Reforma durante el s. XVI. La razón del fracaso del capitalismo en una parte de Europa y de su éxito en otra que, teóricamente, estaba menos dotada para ello se debe precisamente al abandono y al regreso respectivo a la Biblia.

Puede leer aquí el artículo completo de este historiador y escritor, de fe evangélica, titulado Protestantismo y capitalismo