La regla básica para aplicar en este (y en cualquier otro caso) es la utilización de los cubiertos desde el exterior hacia el interior. Es decir, los cubiertos más alejados del plato son los que primero se utilizan (obviando el caso de que el plato acompañe su propio cubierto; por ejemplo una pieza de marisco, que viene acompañado de su tenaza, un plato de caracoles que viene acompañado de su “ganchito”, etc.).
Los cubiertos deben estar limpios y en buen estado. (Hacemos este comentario, porque en estas fechas se suelen sacar esas cuberterías que no se utilizan en todo el año y pueden estar sucias o, como en el caso de la plata, pueden tener esas feas manchas negras; hay que tener cuidado).
Si hay cubiertos “extraños”, éstos se suelen situar siempre a la derecha del comensal (tal y como hemos nombrado anteriormente, unas pinzas para el marisco, un “ganchito” para los caracoles, etc.).En el caso de disponer de los cubiertos de postre en la composición inicial de la mesa, se ponen en la mesa frente al plato, entre los platos y las copas, en sentido perpendicular. Se pone una cucharilla, un tenedor y un cuchillo de postre. La cucharilla y el cuchillo con el mango hacia la derecha y el tenedor con el mango hacia la izquierda.