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Hay historias que, antes de leerlas, intuyes que no vas a congeniar del todo pero aun así decides darle una oportunidad porque en el argumento hay algo que ha llamado tu atención y porque, de vez en cuando, hay que salir de tu zona de confort. Y es lo que he hecho con «Proveedores de almas», la primera novela que leo de Óscar Brizuela Bello.
Lo que me echaba un poco para atrás era el tema de los fantasmas. Hace tiempo los dejé un poco aparcados porque, salvo excepciones, suelen aburrirme. Lo que me animó a leerla fue ese ambientillo a thriller que desprende la sinopsis.
La historia empieza bien. Me ha gustado sobre todo la crítica social. El reflejo de una parte de la sociedad hipócrita, esa en la que te bajan rápido del pedestal al que te han subido tiempo antes y todo por un simple error. O, más bien, por creer que lo has cometido, porque ni se molestan en descubrir la verdad.
A partir de ese linchamiento la historia se me ha ido desinflando poco a poco. No terminó de engancharme del todo. No sé si ha sido porque —exceptuando un par de cosas hacia el final— me ha parecido bastante previsible, con todos los típicos detalles del género policial-sobrenatural y los tópicos de los pueblos del medio oeste yankee, o porque me daba la impresión de que a los personajes les faltaba “algo”. Aunque hay momentos en los que empatizas con ellos y entiendes sus actos. Al menos el final me gustó, como también el hecho de que las historias de amor que pululan entre sus páginas no sean pastelosas.
Que no haya cuajado del todo con este libro no quiere decir nada. Ya sabéis cómo va esto: lo que a unos les gusta, a otros no y viceversa. Yo disfruto más de otro tipo de terror y de otro tipo de novela negra.
Lo que sí os puedo asegurar es que es entretenida y con buen ritmo así que no está de más darle una oportunidad si os llama la atención.
Puntuación: 5/10
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Archivado en: opinión Tagged: 2017, Óscar Brizuela Bello, libros, Proveedores de almas