Seguimos el camino para visitar Guimerá, ya desde la carretera se puede ver una bonita perspectiva del pueblo con las casas escalonadas en la ladera y en la cima la Torre y la Iglesia de Santa María, cruzamos el río para dejar el coche y comenzar a caminar por las calles empedradas y llenas de encanto del pueblo. Calles con bastantes pasos elevados, con galerías cubiertas y alguna fuente, todo muy bien conservado.
Paseamos por delante de las ruinas del Castillo de Guimerà, símbolo del pueblo, del que se conserva una parte importante de la torre, que domina toda la población, a la que se puede subir y desde donde podemos disfrutar de las mejores vistas del Valle del Corb. Seguimos caminando hasta llegar a la Iglesia de Santa María de estilo gótico del siglo XIV.
Despues de mucho leer antes del viaje todo, el mundo recomendaba la visita a Montfalcó Murallat y allá que nos fuimos, la verdad es que no defraudó. Pertenece al Ayuntamiento de Oluges, es una típica ciudad medieval amurallada, perfectamente conservada y donde aún se está actuando en su conservación. En el centro una plaza y entorno a ella quince casas y una iglesia.
Las primeras referencias históricas de Montfalcó Murallat se remontan al siglo XI, durante el reinado del conde de Berga, Bernat I, cuando era territorio fronterizo tras haber sido conquistado a los musulmanes, por lo cual es fácil entender que aprovechando la altura de la colina se construyera tal fortificación. Posteriormente ha sido asedidada durante varios momentos de la historia.
Prácticamente estuvimos solos paseando por el pueblo, poca gente más, un grupo comiendo en el restaurante que hay, pues según leo ahora solo viven dos personas en el pueblo. Una visita que te sumerge en una ciudad medieval.
Más fotografías en mi Álbum de Google de: + Vallbona de les Monges + Guimerá + Montfalcó Murallat